Una estadía vacacional que debía ser motivo de descanso terminó convertida en un caso que hoy inquieta a las autoridades, al sector hotelero del archipiélago y a quienes confían sus viajes a la oferta turística de San Andrés. Los interrogantes crecen mientras la familia afectada reclama explicaciones formales y acceso a la verdad.
El 11 de julio fueron hallados sin vida en una habitación del hotel Portobelo Convention Tito Nelson Martínez Hernández; su compañera, Viviana Andrea Canro Zuluaga; y el hijo de ambos, el menor de cuatro años Kevin Matías Martínez Canro, todos procedentes de Bogotá. La conmoción por el triple fallecimiento se transformó rápidamente en exigencia de claridad, pues parientes aseguran que, antes de la tragedia, la familia había reportado un olor penetrante en el cuarto y pidió cambiarse sin éxito.
Según relató el señor Orlando Canro, abuelo de Viviana, la solicitud de traslado se sustentó en que la habitación, de acuerdo con lo que sus seres queridos le manifestaron, olía a gas o a pintura fresca. “No entendemos por qué no se atendió esa petición”, expresó al insistir en que se revise el protocolo de atención a huéspedes y los controles de seguridad interna del establecimiento.
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Familia denuncia fallas en hotel y exige respuestas
Tras conocer la noticia del deceso, varios integrantes de la familia viajaron de inmediato a la isla para acompañar los trámites y comprobar las condiciones del alojamiento. El señor José Canro indicó que, al llegar, halló cámaras de seguridad dañadas o sin claridad sobre su funcionamiento, lo que a su juicio representa una pérdida de evidencia que pudo haber permitido reconstruir los últimos momentos de las víctimas dentro del hotel. El familiar compartió a CityTv registros en video y fotografías que, afirma, muestran el estado real de las áreas internas.
El testimonio agrega que el interior del Portobelo Convention presentaba zonas “en obra gris”, con paredes descascaradas, superficies sucias y pisos en deterioro. A ello se suma la versión de que, días previos al fallecimiento, se habría realizado una fumigación en el inmueble. La familia sostiene que durante los cinco días que permanecieron en la isla nadie del hotel les informó sobre procedimientos que pudieran implicar químicos o sustancias irritantes.