Un equipo de arqueólogos encontró fragmentos de huevos de avestruz de más de 4.000 años en el sur de Israel, anunció la Autoridad de Antigüedades del país, apuntando que el hallazgo ayudará a conocer mejor cómo vivían los nómadas del desierto.
Los fragmentos, exhumados en el desierto de Néguev, cerca de la frontera con Egipto, se hallan en un estado de conservación "excepcional", precisó ese organismo en un comunicado.
Los arqueólogos los encontraron cerca de un fóculo, entre piedras, sílex, herramientas y fragmentos de cerámica, en un lugar donde los nómadas acampaban "desde tiempos prehistóricos". Los expertos creen que los huevos fueron cocinados.
Las avestruces salvajes desaparecieron de la región en el siglo XIX, indicó la Autoridad de Antigüedades, y los huevos encontrados podrían aportar indicios sobre la vida de los nómadas de la Antigüedad, que apenas dejaron huellas duraderas, a causa de su estilo de vida.
Los huevos serán examinados para calcular su datación, pero los expertos calculan que podrían tener entre 4.000 y 7.500 años. Serán reconstituidos "como un puzzle", con la esperanza de descubrir a qué especie pertenecen y "para qué se utilizaban exactamente".
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