El estrés automovilístico es un problema cada vez más común en la sociedad, provocado por factores como el tráfico, la presión del tiempo, la fatiga y las largas jornadas de conducción. Este estado de tensión no solo afecta el bienestar emocional de los conductores, sino que también tiene un impacto directo en la seguridad vial, aumentando significativamente el riesgo de accidentes de tránsito.

La Dra. MejiveMajjul, neuróloga y vocera de Heel Colombia, señala que el tráfico intenso es una fuente común de estrés, y sus efectos al conducir no deben subestimarse. Este estrés puede desencadenar trastornos psicosomáticos, alteraciones en el sueño, ansiedad y alterar el estado de ánimo. Además, genera síntomas como irritabilidad, falta de concentración, aumento del ritmo cardíaco y fatiga, lo que afecta la capacidad de reacción y la toma de decisiones al volante. Con el tiempo, el estrés crónico relacionado con la conducción puede contribuir al desarrollo de condiciones como hipertensión, insomnio y trastornos de ansiedad”.

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Factores externos a la conducción

Algunos eventos de la vida pueden desencadenar altos niveles de estrés, impactando indirectamente la conducta al conducir. Entre ellos destacan:

• Cambios importantes en la vida: mudanzas, matrimonios, divorcios, nacimientos, pérdidas familiares, nuevos empleos o despidos.
• Sobrecarga laboral: especialmente en trabajos que exigen precisión o alta concentración.
• Autoexigencia extrema: fijarse metas demasiado altas, mantener un ritmo acelerado o lidiar con ambientes competitivos y frustrantes.
• Entornos molestos o sobreestimulantes: tráfico denso, ruido excesivo o ambientes caóticos.
• Situaciones de peligro: incidentes de tráfico o eventos que comprometen la seguridad personal.

Estudios han demostrado que quienes atraviesan momentos de gran estrés vital, como problemas económicos graves o el fallecimiento de un ser querido, son más propensos a sufrir accidentes, especialmente si el estrés es reciente o acumulado. Además, la gravedad de los siniestros aumenta proporcionalmente al nivel de estrés experimentado.

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Factores relacionados con la conducción

El entorno del tráfico también es una fuente constante de estrés. Situaciones como congestiones viales, presión por llegar a tiempo, ruido ambiental y la repetición de eventos tensos generan alteraciones físicas y psicológicas en los conductores.

En particular, los conductores profesionales, especialmente en áreas urbanas, tienden a experimentar mayores niveles de estrés debido a la exigencia de sus actividades. Esto puede impactar su capacidad de reacción, concentración y toma de decisiones, aumentando el riesgo de accidentes.

En conclusión, tanto los factores externos como los propios de la conducción pueden influir significativamente en los niveles de estrés, afectando la seguridad vial y la salud mental de los conductores.

Según el Departamento de Planeación Nacional, en promedio, un colombiano pasa hora y media en un medio de transporte al día, lo que sumado sería 20 días al año. Tiempo en el que se pueden generar diversos efectos sobre la salud de las personas, el estrés y la irritabilidad son las principales consecuencias. Sin embargo, estas no son las únicas, pues la contaminación en el aire y auditiva que producen los carros, buses y motos generan otra serie de daños sobre el organismo.

Para hacer frente a este problema, es esencial implementar estrategias que ayuden a reducir el estrésautomovilístico. Entre ellas, se destacan las técnicas de relajación, la planificación previa de las rutas, mantener un ambiente relajado durante la conducción como poner música relajante, audiolibros o podcast yel apoyo de alternativas naturales como medicamento biorregulador diseñado para reducir los niveles de cortisol, mejorar la calidad del sueño y favorecer un estado de calma mental.

Conducir de manera segura y libre de estrés no solo mejora la calidad de vida de los conductores, sino que también contribuye a la seguridad de todos los usuarios en las vías. Por ello, hacemos un llamado a crear conciencia sobre la importancia de gestionar el estrés al volante y a adoptar hábitos que promuevan el bienestar integral y la seguridad vial.

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