Todos los sistemas eléctricos, incluso los más robustos, enfrentan fallas. Sin embargo, lo que realmente determina su salud de un sistema eléctrico es su capacidad de recuperación ante estas eventualidades. En el caso de Venezuela, el apagón del viernes 30 de agosto revela una preocupante debilidad en esa capacidad de respuesta, según el ingeniero eléctrico, José Aguilar.
Detalló que tanto el equipamiento como el recurso humano quedan en evidencia cuando no se atiende la falla con rapidez. “A medida que se sigue prolongando tenemos deficiencias que no se pueden corregir”.
Subrayó que la gravedad de esta caída no puede ser subestimada, ya que ocurrió durante el «valle», un momento de baja demanda eléctrica cuando el sistema debería operar con mayor holgura.
Conozca: Delpino, la voz del CNE que coincide con los reclamos de los resultados electorales
“Esto no es un simple incidente que se resuelve en unas horas; es una señal de que algo más profundo está fallando y que no se está siendo transparente con la situación. Ellos son expertos en mentir”.
Aguilar también recuerda que apenas unos días antes, el 27 de agosto, ocurrió otro apagón a una hora de alta demanda, lo que sugiere que ambos eventos podrían estar relacionados. La falta de información clara y detallada desde las autoridades solo aumenta las sospechas de que el problema es más grave de lo que se quiere admitir.
“La opacidad con la que se maneja la información del sistema eléctrico en Venezuela, que ya acumula más de 5 mil 35 días sin datos públicos sobre su funcionamiento, impide conocer la verdadera magnitud de la situación”.
Dijo que la tesis del sabotaje, frecuentemente esgrimida por el gobierno, se vuelve difícil de sostener ante la falta de pruebas concretas y la realidad de un sistema que, incluso si fuera saboteado, debería poder recuperarse con mayor eficacia si estuviera en buen estado.
Lea: En más de 600% aumentó cifra de presos políticos en Venezuela tras presidenciales
El verdadero desafío está en la transparencia y en la capacidad del sistema para recuperarse. Cada minuto que pasa sin una solución aumenta las deficiencias que, en este momento, parecen estar fuera de control.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion