Nostalgia, miedo, incertidumbre y desesperanza. Este cúmulo de sentimientos lleva atado a su corazón Mignely* mientras aguarda la salida de su bus en el terminalito de Los Patios, en el área metropolitana de Cúcuta. A su viaje aún le quedan 12 horas de recorrido hasta Bogotá, sumado a los 695 kilómetros de distancia que ya transitó desde Guárico (llanos venezolanos), donde vivía, hasta Cúcuta.
Esta venezolana, de 42 años, junto con su hija, de 16 años, solo sabe que en la capital del país la recibirá su hermana, quien migró ya hace un par de años. Es su pariente quien le está financiando el viaje.
“Estamos huyendo por miedo. La gente que puede, con ayuda de sus familiares que ya migraron, estamos saliendo de Venezuela. Me dijeron que a mi hija la tenían fotografiada con una bandera en una protesta y la estaban buscando para llevársela presa. Le dije a ella ‘nos vamos”, es su lastimera queja.
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Mignely creía que las detenciones forzadas y arbitrarias en Venezuela eran cuento de la gente, hasta que vio cómo la policía se llevó detenido a un vecino que organizó la concentración opositora del municipio donde ella vivía. “No fue solo a él, sino a un gentío del barrio que también se llevaron. Allá nos quedamos sin esperanzas”, agrega.
La organización Foro Penal contabiliza 1.674 personas detenidas tras las protestas poselectorales desde el 29 de julio al 22 de agosto. De esta cifra, 129 son adolescentes y 216 son mujeres.
Con mucha tristeza Mignely relata que, además, existe una desesperanza entre los que quedan, pues algunos están resignados a seguir en las mismas circunstancias; mientras que otros se quieren ir como ella.
En un estudio reciente hecho por Meganálisis se resalta que el 43,2% de los venezolanos está pensando en irse de su país, representando esto 6.9 millones de los electores. Entre los resultados a destacar se precisa que en la actualidad, alrededor de 100.000 venezolanos hacen planes para emigrar lo antes posible.
Como parte de los resultados del estudio se precisa que el 15,6% de los venezolanos que desean salir del vecino país lo quiere hacer después de diciembre, mientras que 22,3% dice que va migrar en el 2025.
Al ser consultados sobre cómo se sienten luego de las elecciones presidenciales, el 70,2% dijo que estaba molesto, 59,3% dijo sentirse impotente, 58,5% está indignado, 47,9% ansioso y 25,9% está preocupado.
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Revisión de celulares
En la misma sala de espera del terminal donde aguardaba Mignely, justo en el asiento detrás, estaba Ricardo* un policía nacional retirado del estado Miranda, quien se dirigía al departamento Bolívar, donde lo esperan sus seres queridos, los cuales están en Colombia desde el 2018.
Él también huyó junto con una prima. Al igual que Mignely, el terror impuesto por el Gobierno de Nicolás Maduro lo hizo salir de forma forzada. “Allá no hay nada que hacer, es increíble la zozobra de vivir en medio de amenazas, porque si te ven hablando con un opositor o si militas en un partido que no es el de ellos te meten preso por terrorismo, eso es una dictadura”, afirma.
Ricardo relata que durante el viaje, vía terrestre, desde el estado Miranda hasta Cúcuta le tocó ver cómo en las alcabalas de la Guardia Nacional Bolivariana los efectivos militares quitaban celulares en vez de documentos de identificación.
“De forma aleatoria le decían a los pasajeros: ‘su celular, quítale el bloqueo’ y los revisaban todo, si encontraban algo en apoyo a la oposición van preso. Qué clase de vida es esa, cómo se vive tranquilo así, con esa persecución. La gente terminará saliendo y los que están afuera llevándose a los familiares que aún quedan en Venezuela”, denuncia.
La frontera es donde se percibe sí existe un incremento en la movilidad por los puentes internacionales que comunican al vecino país con Colombia. El coordinador del Observatorio Fronterizo en el estado Táchira, Juan Carlos Palencia, declaró recientemente a medios venezolanos que en las últimas tres semanas posteriores a las elecciones presidenciales se estarían movilizando diariamente entre 800 y 1.000 personas en carros por puestos hacia Cúcuta.
“El flujo de pasajeros se ha incrementado hacia la frontera colombiana”, dice fundamentado en el hecho de que unos 200 “carritos por puesto” estarían movilizando personas, en su mayoría del centro de Venezuela, hacia la frontera.
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Nunca se ha detenido
El fenómeno de movilidad de Venezuela nunca se ha detenido. Hasta la fecha 7’774.494 venezolanos han salido, es el dato de la Plataforma de Cooperación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela. De esta cifra, 6’590.671 se encuentran en América Latina y el Caribe.
La migración venezolana es una de las más grandes del mundo y la más significativa de la región, tan solo comparada con la de Siria, donde se vive en un estado de conmoción por la guerra.
Piero Trepiccione, coordinador de la Red de Centros Sociales de los Jesuitas en América Latina y el Caribe, que agrupa 34 centros desde México hasta Chile, observa que este fenómeno migratorio nunca se ha detenido por las diversas circunstancias que atraviesa Venezuela.
“Por las circunstancias económicas y políticas del país diariamente sigue siendo una opción el migrar, además, hay que conectar esto con la cantidad de venezolanos que ya están fuera y que obviamente comienzan a llevarse parte de su familia hacia otros rumbos, ese movimiento no se ha detenido”, precisa.
Describe que el fenómeno particularmente en estos días se ha incrementado con el tema poselectoral y la represión desatada en el vecino país, sobre todo contra quienes participaron como testigos de mesa, coordinadores de centros de votación y autoridades locales que, incluso, han tenido que pasar a la clandestinidad o abandonar el país.
“Esto obviamente ha aumentado el número de migrantes venezolanos, no en términos de masificación, pero sí es importante señalar que muchas personas apostaron al resultado de la elección y están apostando a una nueva fecha los primeros de enero de 2025, fecha en la cual por mandato constitucional se juramenta el presidente para un nuevo periodo”, añade.
E indica que “todavía hay cierta esperanza de ver la posibilidad de que de aquí hasta enero de 2025 se reconozca la victoria del candidato de la oposición y se pueda dar un proceso transición política”.
El coordinador de la Red de Centros Sociales de los Jesuitas en América Latina y el Caribe puntualiza que hay gente que ha comenzado a salir de Venezuela, no con número masivos, pero si con un incremento proporcional de personas que quedaron desencantadas del resultado electoral y “ven con preocupación el futuro y comienzan a engrosar las listas de migrantes venezolanos”.
El especialista afirma que hay que tomar en cuenta las capacidades que tienen los países receptores, sobre todo de América Latina, para recibir un nuevo grupo grueso de migrantes. “Estos países no estarían preparados, ya con los porcentajes de migración que se han tenido y con un nuevo proceso de movilidad migratoria indudablemente se colapsarían en ciertas capacidades”, advierte.
Y concluye: “estamos hablando que en términos de encuestas alrededor del 25% de la población estaría dispuesta a migrar, es decir, cerca de 4 millones de venezolanos más de los que ya han migrado”.
*Nombre ficticio
Formas de amedrentamiento
El Gobierno del presidente Nicolás Maduro en su afán de atornillarse en el poder implementó diferentes formas de amedrentamiento y represión contra quienes no están de acuerdo con los resultados dados a conocer por el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia.
Una de las estrategias es la versión criolla de los nazis. El régimen comenzó a marcar las casas con una X en los barrios más populares de Caracas para que luego la fuerza pública supiera donde entrar a detener a las personas.
Otra de las formas de represión es mediante la denominada Operación Tun Tun, a través de la cual las fuerzas militares o policiales llegan a las casas a tocar las puertas y si no abren ingresan a la fuerza para lograr las detenciones de los opositores mediante cuestionados allanamientos.
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