En una vía del corregimiento Aquitania, en el municipio de San Francisco (Antioquia), el pasado 29 de septiembre, quedó tendido el cadáver abaleado del exmilitar Juan Carlos Rodríguez Agudelo, alias Zeus, un traidor a la patria que murió tratando de convertirse en uno de los cabecillas más poderosos del Clan del Golfo.
Conocido también como cazador de tesoros y devoto de la magia negra, Zeus cayó durante un operativo policial tras fugarse de una estación de Policía en Cúcuta, Norte de Santander, donde permanecía detenido.
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De no haber sido últimado, Zeus habría ejecutado un detallado plan de expansión del Clan del Golfo, según quedó consignado en su agenda personal. Al momento de su muerte, el confeso criminal, llevaba consigo una libreta personal de más de 100 páginas, un documento que hoy es clave para entender la magnitud de sus operaciones y la estructura del Clan del Golfo.
En ella, Zeus delineaba un ambicioso plan de expansión a nivel nacional, que incluía rutas estratégicas, mapas detallados, inventarios de armamento y cuentas vinculadas al narcotráfico.
Además, registraba nombres de socios, temas tratados en reuniones clandestinas, operaciones cifra
das y una hoja de ruta diseñada para fortalecer y extender el poderío de la organización criminal.
Lo más revelador del contenido, dado a conocer por Noticias Caracol, son las pruebas que sugieren una vasta red de corrupción dentro de la fuerza pública.
En la libreta, Zeus anotó registros de pagos realizados a oficiales, evidenciando la complicidad de miembros del Estado que facilitaban el desarrollo de sus actividades ilegales: “1) El señor arroz de las señoras: 200 al mes, 2 meses 400. 2) El señor Chava j1 ns: 100 al mes, 2 meses 200”, escribió al referirse a pagos posiblemente hechos a coroneles y generales.
El documento también deja al descubierto el método operativo de Zeus, un estratega que manejaba su estructura como si fuera una organización empresarial. Escribía conversaciones con altos mandos criminales con un tono informal, similar al de un chat de WhatsApp.
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Una de las anotaciones menciona a Wilmer Antonio Giraldo, alias “Chiquito Malo”, máximo jefe del Clan del Golfo: “Don Javier, recibe el jueves llegada a Carepa, yo tengo finca ya para que llegue”, dejó consignado en referencia a la llegada del temido cabecilla a esta zona del Urabá antioqueño.
La doble vida de Zeus ilustra su carácter calculador. Mientras pescaba beneficios en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) confesando los crímenes cometidos durante su tiempo en el Ejército, trabajaba activamente como asesor del Clan del Golfo y, paralelamente, se entrometía en los intentos de negociación entre el grupo criminal y el Gobierno Nacional, sirviendo como intermediario en mesas de diálogo no oficiales, todo ello enmarcado en la política de Paz Total.
Este estratega criminal no solo maquinaba el crecimiento de la organización, sino que buscaba blindar sus operaciones y mantener el control en distintos territorios del país. La libreta, entonces, no solo es un testimonio de su poder e influencia, sino una radiografía de cómo quería llevar al Clan del Golfo a un nuevo nivel de dominación territorial y a la reagrupación de antiguos exparamilitares del Magdalena Medio, de la mano de narcotraficantes e integrantes de la fuerza pública.
Zeus tenía claro que su estrategia no podía limitarse únicamente al ámbito militar; lo hizo tambíen en la esfera política. En una de las páginas de su libreta detalló puntos claves de una reunión con varios jefes de la organización sobre lo que sería su estrategia política:
“Política de tierras. Ganarse al pueblo. Exposición político-social. Microtráfico-PONAL. Controlar. Ojo con narcóticos y trago en tropa, desescalar. Los antiguos jefes AUC ya fueron, ya no. H-Macaco-Iguano-Alemán. No permitir gusanos. Carácter, controlar y carisma para liderar. Importante política social, trabajar con las comunidades. Asesores para líderes”, consignó punto por punto.
La libreta contiene cientos de nombres entre aliados, socios y exmiembros de las Fuerzas Militares. Menciona, por ejemplo, a Pedro Niño, el abogado que ingresó a la cárcel de La Picota junto a Juan Fernando Petro, hermano de Gustavo Petro, en plena campaña presidencial.
En enero de 2023, Niño fue designado como vocero del Clan del Golfo, nombramiento que más adelante se cayó por las supuestas exigencias de dinero que estaba haciendo el abogado.
Las notas son la prueba de un plan de expansión a zonas donde el Clan del Golfo no ejercía control total, con perfiles claros de los comandantes designados para tomar lugar en estos territorios.
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“Alias Javier o Chiquito Malo; alias Willington o Gonzalito; alias Rodrigo Flechas; alias Loaquín o El Cura; alias Chirimoyo; alias David o Terror; alias Abraham”, anotó.
De estos nombres, alias Javier o Chiquito Malo y alias Chirimoyo se sabe que fueron designados por el Gobierno como voceros del Clan del Golfo en los diálogos de paz. Por su parte, El Cura y Rodrigo Flechas tienen suspendidas las órdenes de captura.
En sus apuntes secretos, el exmilitar contemplaba no solo el fortalecimiento de las estructuras armadas en Santander, Boyacá y Meta, sino también su expansión hacia Cundinamarca, Chocó y Buenaventura, territorios estratégicos para el narcotráfico y otras economías ilegales.
Actualmente, las autoridades investigan si estos planes lograron ser socializados y puestos en marcha antes de la muerte de Zeus. Sin embargo, analistas del conflicto armado advierten que lo registrado en la libreta coincide con la realidad actual: el Clan del Golfo ha logrado expandir su presencia y fortalecer su poderío en diversas regiones del país, tal como lo planeaba Zeus.
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