Siete meses después del brutal homicidio de Edilia Ramírez Fonseca, ocurrido en la vereda Yariguíes, zona rural del municipio de Onzaga, Santander, la Policía logró ubicar y capturar al señalado responsable.

Se trata de un hombre de 78 años, vecino de la víctima, con quien, según la investigación, sostenía una disputa por los linderos de una propiedad.

Tras el trabajo investigativo de la Sijin, se recopilaron las pruebas necesarias que permitieron al juez emitir una orden de captura por el delito de homicidio agravado.

“La señora Edilia Ramírez Fonseca, el pasado 10 de marzo de este año, fue asesinada cuando una persona, un vecino, le propinó cerca de 30 puñaladas. Esta persona, a través de cotejos judiciales, entrevistas, declaraciones juradas y todo un sinnúmero de actividades de investigación criminal que realizó nuestra Policía Judicial, de manera conjunta con la Fiscalía General de la Nación, pudo ser identificada como el autor material de este hecho”, indicó el coronel Néstor Rodrigo Arévalo Montenegro, comandante del Departamento de Policía Santander.

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De acuerdo con la investigación, las declaraciones juradas, pruebas de ADN en prendas del capturado y las fijaciones periciales en el lugar del crimen fueron determinantes para resolver el caso.

En el operativo de allanamiento y registro se hallaron prendas y elementos que habrían permitido relacionarlo directamente con el homicidio. El adulto mayor quedó a disposición de la Fiscalía para responder por estos hechos.

Así fue el hallazgo del cadáver en Onzaga

La misma comunidad encontró el cuerpo de la adulta mayor a un costado de la vía, cerca de la escuela de la vereda donde residía, hacia el mediodía del martes 11 de marzo, un día después del asesinato. 

De inmediato, dieron aviso a las autoridades, que llegaron al lugar para realizar el levantamiento del cuerpo e iniciar las indagaciones.

El cadáver presentaba múltiples golpes en la cabeza, entre otras lesiones.

La muerte de Edilia Ramírez Fonseca causó consternación y rechazo en el municipio de Onzaga. La comunidad llevó a cabo, en la noche del siguiente día, una velatón por las calles para honrar su vida y exigir justicia.

“Nos negamos a aceptar la violencia como parte de nuestra realidad. Honramos la vida de la señora Edilia, cuya luz se ha apagado injustamente. Su ausencia nos deja un vacío, pero su memoria nos obliga a actuar en una causa que nos convoque a todos”, expresó una habitante de Onzaga.

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