Un conflicto de linderos con el departamento de Norte de Santander tiene en peligro la soberanía de Santander sobre hectáreas de terreno ubicadas en el ecosistema de páramo.
Un total de 75,8 kilómetros de páramo ubicados en Santander, en los que hay cultivos de papa y cebolla junca, y donde además hay presencia de minerales como carbón, mármol y pirita, podrían pasar a manos de Norte de Santander.
En estos territorios, que hacen parte de los municipios de Guaca y Santa Bárbara, limítrofes con Silos, municipio perteneciente a Norte de Santander, hay varias lagunas y allí se desprende el brazo de un río que lleva agua hacia Bucaramanga.
La soberanía sobre los terrenos se puso en duda luego de que, en 2015, la Gobernación de Norte de Santander presentó una solicitud ante el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) en la que los reclamaba como suyos.
El territorio en disputa está ubicado en jurisdicción del páramo de Santurbán y en cercanías del páramo del Almorzadero, ambos de gran importancia para los dos departamentos.
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Según el alcalde de Guaca, Ferney Villamizar, “hace algunos años el IGAC adelantó una visita a la zona limítrofe entre los municipios para analizar los puntos en conflicto. Allí se presentaron unos mapas en los que Guaca perdería las veredas Mata de Lata y parte de la vereda El Portillo. Santa Bárbara estaría perdiendo la vereda Volcanes”.
La disputa administrativa se da en el marco de un proceso de deslinde liderado por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC). Esta controversia no solo involucra cuestiones técnicas y legales, sino también tensiones políticas entre ambas regiones.
La Opinión conoció que según un informe preliminar emitido por el IGAC, el concepto técnico habría favorecido a Norte de Santander, lo que generó profundas discrepancias y encendió la alerta en la dirigencia del departamento de Santander.
Desarrollo del proceso
en el Congreso
El asunto llegó a la Comisión de Ordenamiento Territorial del Congreso, instancia encargada de analizar el concepto del IGAC y tomar decisiones al respecto.
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Sin embargo, la designación del representante nortesantandereano Jairo Humberto Cristo como ponente inicial del caso generó desconfianza entre algunos legisladores santandereanos, quienes consideraron que esta elección podría inclinar la balanza en favor de su departamento vecino.
En respuesta a esta preocupación, Álvaro Rueda pidió replantear la designación del ponente. La intervención del congresista permitió que finalmente se asignara a un nuevo encargado para evaluar la controversia, aunque todavía persisten dudas sobre si el proceso será totalmente equilibrado.
Rueda hizo un llamado a la unión de la bancada parlamentaria santandereana para defender los intereses del departamento y garantizar que no se ceda territorio sin un análisis rigoroso y transparente. Este parlamentario ha expresado su preocupación por el hecho de que el ponente encargado de analizar o rechazar el informe en la Comisión de Ordenamiento Territorial sea un representante de Norte de Santander, en una comisión en la que Santander no cuenta con representación.
El congresista ha instado a sus colegas santandereanos a unirse para defender el territorio departamental y ha logrado que se nombre a un nuevo ponente, diferente al representante nortesantandereano Jairo Humberto Cristo.
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Durante las sesiones, la comisión revisó la ponencia principal sobre el deslinde en los territorios disputados entre Silos, Guaca y Santa Bárbara, pero el caso permanece abierto, a la espera de una decisión definitiva que podría determinar el futuro de la delimitación territorial entre ambos departamentos.
El conflicto limítrofe entre Santander y Norte de Santander no es un caso aislado en el país. Según cifras del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, Colombia enfrenta al menos 20 disputas territoriales activas entre departamentos y municipios que requieren de resolución administrativa.
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