Crear gas metano o doméstico de forma sostenible con excremento de vacas y cerdos, es lo que están haciendo en algunas veredas del departamento. Producir biogás, como se le conoce al producto final, va de la mano con el medio ambiente.

En las granjas de la región, en vez de desperdiciar la gran cantidad de desechos orgánicos que se producen a diario, lo aprovechan para ser empleados en la producción de energía, a través de la construcción e implementación de los biodigestores.

Este sistema reduce los volúmenes de gases de efecto invernadero y los vertimientos contaminantes a las fuentes hídricas.

La subdirectora de planeación de Corponor, Melva Álvarez, explicó que en tres municipios de Norte de Santander: Ábrego, Durania y Cucutilla, se está implementando el proyecto de los biodigestores, y existen más de 60 ya construidos.

“La construcción y puesta en funcionamiento de biodigestores plásticos de flujo continuo conlleva a la mitigación del impacto generado por los vertimientos a cuerpos de agua y suelo, generación de olores ofensivos, proliferación de moscas y generción de gases, en este caso, metano, que sirve como insumo en las cocinas de las viviendas para la preparación de alimentos y se evita que este gas sea emitido a la atmósfera generando contaminación ambiental”, indicó.

Estas familias prescinden de la utilización de leña para el consumo de las viviendas, disminuyendo de esta forma la tala de bosques y la presión sobre este servicio ecosistémico. “A la vez se evita la quema de leña, la producción de humo y mejora las condiciones de vida y de salud de las familias campesinas”, precisó Álvarez.

Este proyecto implementa un sistema por medio del cual se obtiene gas metano a través de un proceso de fermentación anaerobia, es decir, en ausencia de aire, a partir del estiércol procedente de los animales de las fincas, principalmente vacas y cerdos.

El biogás se encuentra disponible entre los 15 y 40 días después de la mezcla, dependiendo de las condiciones climáticas.

“Los residuos se reciclan convirtiéndose en energía y en biofertilizantes para uso en las tareas del campo, como acondicionador de suelo, por lo que es un método de ahorro energético ideal para zonas rurales en el departamento Norte de Santander”, precisa la ingeniera de Corponor.

La corporación ambiental está fomentando estas iniciativas como parte de las estrategias de Producción más Limpia, mediante un compromiso que adquieren los sectores productivos buscando acciones para el buen manejo de los recursos naturales.

Además, busca un mejor desempeño en la gestión ambiental adoptando buenas prácticas ambientales, tecnologías limpias y amigables.

“En la producción agropecuaria, el suelo, el agua y la vegetación son tres componentes del patrimonio natural para el productor ganadero. Solo quien logre asimilar e interiorizar esta realidad podrá preparar adecuadamente su finca para el cambio climático al que está expuesta cada vez en condiciones más extremas e impredecibles”, señaló la subdirectora de planeación.

Explicó que una de las grandes problemáticas ambientales es el calentamiento global, y con este tipo de proyecto buscan mitigarlo en cierta medida.

“El CO2, el metano, los óxidos nitrosos y los clorofluorocarbonatos se acumulan y aumentan su concentración en la delgada y delicada capa atmosférica. Y esto se debe por la acumulación y el manejo inadecuado de las aguas residuales provenientes del lavado de las excretas tanto bovinas como porcinas que son botadas a cielo abierto sobre quebradas y ríos generando contaminación ambiental por la liberación de Gases Efecto Invernadero (GEI)”, detalló Álvarez. 

Unidades sanitarias rurales

Otro de los problemas relacionados con la contaminación hídrica y que se vive a diario en la zona rural del departamento, son las descargas de aguas residuales sobre los cuerpos de agua tanto superficiales como subterráneos.

Como no existe un sistema de alcantarillado, tampoco se hace una correcta disposición final de los residuos líquidos, pues tradicionalmente esta actividad la realizan en forma individual a través de pozos o tanques sépticos, produciendo contaminación a las aguas subterráneas por cuenta de la infiltración.

Además, indica Corponor, la descarga directa de aguas residuales domésticas a los afluentes, incrementa parámetros como coliformes totales y fecales en los cuerpos de agua. 

Actualmente, la corporación ambiental está liderando un proyecto de construcción de unidades sanitarias, las cuales incorporan un sistema de tratamiento de aguas residuales, bajando los efectos contaminantes de las corrientes de agua.

La construcción de la unidad sanitaria junto con el sistema de tratamiento es una alternativa de saneamiento básico. 

Su fin corresponde al de dar un correcto manejo de las aguas residuales y disponerlas al sistema de tratamiento.

El mismo se está ejecutando en los municipios de Salazar de las Palmas, Arboledas y Lourdes, donde se han construido 68 unidades.