La historia se remonta a los siglos XIX y XX, cuando existían unos túneles y corredores subterráneos ocultos en las haciendas de algunas personas importantes de la época. Este es uno de los mitos más populares en Cúcuta y Villa del Rosario.  

Aunque es una historia atractiva para los nortesantandereanos, pocas cosas se saben de esos conductos. En diálogo con el historiador Jesús Gerardo García Contreras, La Opinión pudo conocer un poco más sobre la historia de dos casas que contaban con dichos corredores.

El túnel de Manrique

José Jacinto Manrique, arquitecto de profesión pero médico de vocación, fue una de las personas más importantes para el crecimiento del municipio histórico pues ayudaba a las personas con dinero o prestando sus servicios.

Fue tanto su apoyo a la comunidad que en su casa (actualmente el Centro de Convivencia Ciudadana de Villa del Rosario) atendía a soldados y personas heridas en ‘La Guerra de los Mil Días’, así como también escondía las armas de los combatientes que lucharon en ella.

Gerardo García señaló que la vivienda, de más de una manzana de extensión, “era tan grande que tenía una sala de operaciones dentro de la misma, y en los túneles preparaba la medicina y albergaba a varias personas”.

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Allí, Manrique era cirujano, partero, atendía personas con trastornos mentales y lo mejor de todo es que “no cobraba un peso y regalaba medicina a los pacientes para su curación”, dijo el historiador.

Asimismo destacó que otra de las funciones del conducto subterráneo fue un lugar de descanso para el “Doctor Manrique, que acostumbraba a dormir durante todo el día y estar al servicio de la comunidad durante las horas de la noche”.

No obstante, García Torrado mencionó que el túnel tenía forma de pendiente, y conectaba con otra casa de la cual, Jacinto Manrique era propietario, sin embargo, con el pasar de los años la infraestructura sufrió remodelaciones, acabando con el mismo.

El túnel de Santander

En lo que respecta a los túneles del General Santander, “lo que se sabe es que en lo que hoy es el condominio Altos del Tamarindo, habían entradas a varios conductos que dirigían a la casa del hombre de las leyes”, informó Gerardo García.

Sin embargo aunque se encontraron varias entradas, nunca hubo una iniciativa por estudiarlas a fondo, precisó el historiador.

Redacción: Nicolás Mojica / Periodista 

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