El exvicepresidente Germán Vargas Lleras está otra vez recorriendo el país, para conversar con empresarios, con los líderes de las regiones, las mujeres, los jóvenes y representantes de distintos sectores, en una especie de pulso que le permitirá tomar una decisión de cara a las nuevas elecciones presidenciales del 2026.

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Está convencido de que todavía no es el momento de saltar al ruedo y que será necesario esperar que el escenario se decante un poco más para resolver si le dice que sí o no a la propuesta que le hicieron días atrás sus copartidarios de Cambio Radical, de ser el candidato presidencial de la colectividad.

“Ni lo confirmo ni lo niego”, advierte el exvicepresidente, quien ya fue candidato en 2018. De lo que sí está seguro, es que debe haber un proceso de unidad entre todos los colombianos que creen que el país va por mal camino, para llegar sólidos a 2026 y evitar así el fantasma al que mucho le teme, y es que no haya elecciones o que Petro intente perpetuarse en el poder.

Sobre el panorama electoral que se avecina, la grave crisis de violencia en el Catatumbo, y en general en Norte de Santander, y el desempeño del gobierno de Gustavo Petro, habló Germán Vargas Lleras en entrevista con La Opinión.

¿Cuál es su lectura hoy de Cúcuta y Norte de Santander, en términos generales?

Es una lectura terrible. Nada de lo que está ocurriendo en el Catatumbo ni es nuevo ni justifica la declaratoria de una emergencia, pero tampoco ve uno soluciones. En enero, cuando sobrevino esta situación de confrontación entre los elenos y las disidencias, y el posterior desplazamiento, el Gobierno ofreció que iba a recuperar el territorio, pero nada de eso ha ocurrido.

Anunciaron la llegada de 10.000 soldados, hoy no tenemos más que 3.800. También anunciaron que al frente de la recuperación del territorio estaría el brigadier general Erick Rodríguez; todavía lo estamos esperando. Básicamente, el Catatumbo sigue controlado por los elenos, porque si usted hace un balance de lo que el Gobierno llama la retoma del Catatumbo, es muy pobre.

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Con el agravante de que la violencia se ha venido trasladando a la ciudad, como quedó en evidencia con los ataques de los últimos días en el área metropolitana de Cúcuta…

Por supuesto que sí. Prácticamente ellos gobiernan el territorio. La situación en el departamento no puede ser peor en materia de seguridad. Yo registro un incremento de más del 50% en la comisión de delitos extorsivos. Hasta las más pequeñas tiendas, la gente más humilde está boleteada. Registro también un incremento en los homicidios, regresó el secuestro, la gente está desesperada.

Considera que con el pretexto de la ‘Paz total’, ¿hay regiones como el Catatumbo que están bajo una especie de anarquía en estos momentos?

Bajo la sombrilla de la ‘Paz total’ estas estructuras criminales han consolidado el territorio, se han venido expandiendo, también sus negocios ilícitos y por eso lo que vimos en el Catatumbo me temo que se va a replicar en varias regiones de Colombia, porque en muchos departamentos también conviven los diferentes grupos armados y en algún momento esa disputa por los corredores y el cultivo de la coca va a terminar dándose. La situación del Catatumbo no es una isla en el contexto nacional.

¿Qué opina del Pacto por el Catatumbo que se firmó esta semana?

Me sorprendió mucho que el jueves viniera Petro nuevamente a ilusionar a la gente, prometiéndoles cosas que no se van a ejecutar. Le puedo hacer una apuesta y es que terminará este Gobierno y de las inversiones por $2.2 billones nada se logrará. Ni los hospitales, ni la carretera Astilleros-Tibú, ni nada.

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¿No se ejecutarán porque no son viables?

El plan es viable, pero no con un gobierno inepto. Para hacer la carretera Astilleros-Tibú y la conexión de la transversal del Catatumbo, lo primero que van a tener que hacer es unos diseños, que no existen. De esa dimensión es el asunto. Recuerden que hace unos meses (Petro) anunció que iba a construir el ferrocarril del Catatumbo. Todos esos proyectos están en fantasía, porque este es un gobierno incapaz de ejecutar un peso.

El Gobierno también anunció que como parte de ese plan de transformación reciclará la fórmula de pagar por erradicar la coca, que ya se aplicó en el país y demostró que no funciona, ¿cuál es su análisis sobre esta propuesta?

Estos son unos subsidios con los que pretenden vincular a la causa, de cara a las elecciones del 2026, a miles de campesinos que, por supuesto, no van a erradicar una mata, porque no va a haber proyectos agroindustriales ni piscícolas. Eso es muy desafortunado. Recordemos lo que ocurrió en El Plateado (Cauca), hace tres meses, que fueron y anunciaron también un conjunto de inversiones y ahí vimos cómo secuestraron policías. Nada se hizo nunca.

Esta situación lo que ameritaría es un avance de la tropa contundente, por qué no bombardeos, volver a asperjar los cultivos, una ofensiva real, pero no esta pantomima que ha ocasionado graves problemas.

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El presidente dijo desde Tibú que hablará con Nicolás Maduro para crear una zona económica especial, si se caen los decretos de la Conmoción Interior. Para usted, esto es una amenaza, ¿por qué?

Es una amenaza a la Corte Constitucional y a todos los colombianos. Esto es gravísimo. El señor Petro no respeta el Estado de derecho, no cree en las instituciones. Amedrentar a la Corte Constitucional para que le fallen a su favor es algo que no se había visto en Colombia nunca.  Eso lo estamos viendo no solo con la emergencia, sino también con la ley de pensiones, las demandas sobre la ‘Paz total’, el plan de desarrollo, el Estatuto Tributario. Pero me temo que no necesitaba amenazar a la Corte, porque, en mi sentir, él ya hoy tiene una mayoría y es muy posible que le vaya muy bien con la Conmoción Interior y con todo.

Al Catatumbo se le ha prometido todo y hoy sigue igual o peor, ¿cuál debe ser la principal tarea del próximo gobierno en esta zona?

Recuperar el control territorial, sin eso nada es viable. Sin eso no podemos pretender que se siga aprovechando la riqueza petrolera. Sin seguridad no podemos pretender que los cultivos de palma, que van muy bien, se sigan expandiendo, tampoco el cacao ni nada de nada.

 Gestión del Gobierno

En su visita al departamento se reunió también con el gremio de la construcción. Usted que tanto impulsó este sector, ¿cómo lo encuentra hoy?

Muy poco inicio de proyectos. Las ventas caídas; los que habían comprado desistiendo. No volvió a llegar un subsidio para cerrar la compra de vivienda de interés prioritario y social. Los proyectos de la infraestructura en nada. Después del impulso que le dimos a este sector con inversiones superiores a los $200.000 millones, beneficiando a miles de familias para que cumplieran su sueño de tener casa propia, la realidad hoy es lamentable. El gobierno Petro está empujando el sector al abismo. Norte de Santander está completamente abandonado. Es urgente una política seria, con inversiones reales y un verdadero compromiso con el progreso. Nosotros entregamos en un año más de 10.000 viviendas en el departamento. Todo eso es lo que hay que retomar. 

La vía 4G Cúcuta-Pamplona hoy finalmente es una realidad, sin embargo, la doble calzada Pamplona-Bucaramanga no corrió la misma suerte y el proyecto quedó archivado, ¿hubo negligencia en este caso?

Qué desgracia que este Gobierno haya cancelado el contrato de la doble calzada Bucaramanga-Pamplona. El próximo gobierno tendrá que poner esta nueva vía en marcha y también aquella que les dejé diseñada, de Cúcuta a Ocaña.

Pero, ¿se puede salvar ese proyecto?

Si a mí me dan la oportunidad, yo sí la pongo en marcha.

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¿Qué le puede esperar a Colombia en lo que resta de este gobierno si el ritmo actual se mantiene en todos sus frentes?

Creería que más deterioro. Aquí hay que resistir, porque es que no hay un sector que esté bien, ni el petróleo, ni el carbón, ni la economía, ni la vivienda, ni la infraestructura, nada de nada. Es un Estado quebrado, con una situación de inseguridad tremenda, un desempleo galopante, nos acabaron el sistema de salud. Este año sí que vamos a evidenciar esa crisis.

Un adelanto de su columna para este domingo…

Me voy a referir a lo que vive el departamento, mi opinión sobre la visita presidencial, lo que yo creo que está ocurriendo, desafortunadamente, en el Catatumbo. 

 Elecciones 2026

Usted ha insistido una y otra vez en que hay un riesgo de que las elecciones del próximo año no se hagan, porque el petrismo buscará evitarlo a toda costa, ¿cuál es el sustento?

Sí, en eso he sido una voz aislada y mucho quisiera estar equivocado, pero lo sintetizo así: si el Gobierno no logra consolidar una mayoría en la Corte Constitucional, pueden tener la seguridad de que Petro quiere perpetuarse en el poder y nos va a sorprender con un decreto. La última frontera será la Corte Constitucional si termina avalándoselo. Es muy delicado.

Por otro lado, Armando Benedetti está hablando ya de un frente amplio de los sectores que están con el Gobierno, para 2026. ¿Debería tener la oposición también un frente amplio para contener la idea de una reelección del progresismo?

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Es que el Gobierno ya se acabó. El señor Petro no está pensando sino en las próximas elecciones, no en hacer la carretera en este departamento, no en solucionar el problema de orden público, no. El único objetivo para ellos es continuar en el poder y son las elecciones del año 2026.

Entonces, ¿cómo enfrentar eso?

Tenemos que hacer un proceso de unidad entre todos los colombianos que creemos que esto va por muy mal camino y llegar unidos a las elecciones. Deponer las vanidades, las ambiciones, facilitar la construcción de un programa con el cual podamos iniciar la reconstrucción de este país, recuperar la seguridad y, sobre todo, llegar con un candidato. Si llegamos divididos no nos perdonaríamos que estos señores consoliden aquí un régimen hegemónico como ocurrió en Venezuela.

Y, ¿ve fácil ese escenario, con tanto candidato y tantos egos de por medio?

A mí no me molesta que haya decenas de candidatos, porque todos se recorren el país, todos visibilizan los problemas. Lo importante es que eso tenga un límite. Para todos los que yo llamo juveniles, qué bueno es recorrer el país, exponer sus ideas, ganar prestigio, pero eso tiene que tener un punto de quiebre, porque si todos llegan a las elecciones, no nos perdonaríamos nunca jugar con la suerte de este país.

¿Cuándo será ese momento de tomar decisiones?

Entrado el segundo semestre, pensaría yo. Pero, de pronto, y no creo equivocarme, los colombianos se anticipan a esa mecánica política y le apuntan a alguien que vaya picando en punta y eso, entonces, ya sustrae el proceso de la mecánica política, que es algo que los colombianos odian y detestan.

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La bancada de Cambio Radical propuso hace unos días en la convención del partido que usted fuera su candidato presidencial para el próximo año, ¿aceptará?

Pues yo les agradezco a mis copartidarios. Y no crea, no solo fue en San Andrés en la convención. A diario pasa por mi oficina, en la calle, en los aeropuertos, mucha gente muy querida, que me insiste en que participe de esto. Aún no he tomado una decisión. Yo sí quisiera esperar a ver que todo esto se decante un poquito más.

Pero, no le disgusta la idea…

Ni le digo que sí, ni le niego. Tengo que esperar un poco, porque todavía me parece muy prematuro tomar una decisión. Hay tiempo y no por correr más se llega primero.

¿En esta visita a Norte de Santander también le pidieron ser candidato?

Aquí en Norte de Santander creo que me estiman, porque reconocen todas las inversiones que tuve la oportunidad de traer. Es que fueron 111 programas de acueducto y alcantarillado; más de 10.000 viviendas, las carreteras, el aeropuerto. Creo que nunca antes se había visto una inversión de esa magnitud y nunca más nadie se preocupó por canalizar los recursos de la Nación, para avanzar en el desarrollo del departamento. Entonces, lo que esperan es un gobierno que retome la inversión, el sendero del desarrollo.

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