La controversia que rodea hoy la estadía del exalcalde de Cúcuta Ramiro Suárez Corzo en el piso 11 del Hospital Universitario Erasmo Meoz, a donde fue llevado desde el pasado 19 de julio, luego de que un juzgado le revocara la medida de casa por cárcel, suma nuevos ingredientes.
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La Opinión conoció que la Procuraduría Regional de Instrucción de Norte de Santander ordenó el inicio de una indagación previa, con el fin de determinar si se presentaron o no posibles irregularidades al interior del centro médico, para favorecer los intereses particulares del condenado exmandatario, en medio de la campaña electoral que está en marcha.
Según las denuncias que se han conocido, la habitación en que se encuentra internado Suárez, la 1101, terminó convertida en una especie de sede política por la que en el último mes han desfilado candidatos, coordinadores de campaña y diferentes miembros de la organización del detenido exgobernante, “en busca de orientaciones y apoyos para las campañas que respalda”, de acuerdo con información que le suministró a La Opinión una fuente que tuvo acceso al piso 11 del Erasmo Meoz.
Es por esa razón que el ente de control disciplinario resolvió, de oficio, entrar a revisar si las actuaciones administrativas que involucran a los integrantes del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec, de Cúcuta, que está a cargo de la custodia del exgobernante, así como las del personal del Hospital Universitario, revisten alguna irregularidad en lo que respecta a su traslado al centro médico, la vigilancia que pesa sobre el detenido, las visitas que ha recibido durante todo este tiempo y la prestación de los servicios de salud.
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Personas que han estado en el piso 11 y que además conocen de los movimientos que se han dado en el último mes allí, aseguran que la incapacidad que le dio el personal médico de la institución a Suárez y que se ha extendido a lo largo de este mes, no es consecuente con el cuadro clínico que presenta desde hace varios años y lo único que buscarían es dilatar la decisión del juez Sexto de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad, que ordenó llevarlo nuevamente a un centro carcelario, por haber incurrido reiteradamente en el incumplimiento de sus obligaciones como beneficiario de la casa por cárcel.
Justamente, La Opinión conoció apartes del documento que emitió el personal médico que lo atendió el pasado 19 de julio y en el que se indica que el paciente “ingresó en contexto de trauma raquimedular, trauma abdominal cerrado, lumbago con ciática, diabetes tipo 2 no insulinorequiriente, neuropatía diabética, dolor somatomorfo de difícil manejo”.
No obstante, allí dejan claro que, al momento de su ingreso al Hospital, Suárez se encontraba “estable hemodinámicamente con respuesta presora y cronotrópica normal. Normosaturando a oxígeno ambiente, con buen control glicémico”.
Como antecedente, el día anterior se le había practicado un Tac de abdomen y pelvis “donde no se observaron lesiones agudas”. También un Tac de columna lumbosacra “donde se observan osteofitos lumbares y aorto esclerosis calcificada; valorado por neurocirugía, quien indica realizar RMN de columna cervical, torácica, lumbosacra, con el fin de descartar lesiones neurológicas”.
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En el reporte médico se advierte que el paciente se encuentra en buen estado y solicitan valoración por psicología por “problemas relacionados con circunstancias psicosociales no especificadas”.
La única autorizada era su pareja
En la valoración médica que recibió el detenido exmandatario el 19 de julio, uno de los requerimientos hechos fue el acompañamiento permanente de un familiar “debido a riesgo de caídas y labilidad emocional del paciente”.
Esta solicitud fue elevada al Inpec el 21 de julio por la defensa del exgobernante y autorizada un día después por la institución.
La Opinión conoció que en dicho oficio quedó establecido que la única persona que podía visitarlo sin restricciones era su pareja sentimental, Isabel Márquez Rubio, pero que esto estaba “sujeto a las políticas internas del HUEM”.
Contrario a esa indicación, apenas unos días después habría empezado el desfile por el centro médico y a diferencia de lo que definió el Inpec, la habitación 1101 se convirtió en una oficina satélite de las campañas que respalda el condenado exmandatario.
La semana anterior, en el comunicado que expidió el gerente del HUEM, Tonino Botta, refiriéndose a las denuncias contra la situación de Suárez Corzo, este le tiró la pelota al Inpec y dijo que la autorización para visitas y acompañamiento por parte del personal privado de la libertad le correspondía al director del complejo carcelario de Cúcuta.
Al respecto, fuentes de esa institución tanto a nivel nacional como local, confirmaron que desde un principio se hizo énfasis en que el detenido debía seguir los protocolos de visita que están establecidos para un privado de la libertad en cárcel, es decir, solo la familia y en los días respectivos.
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En ese sentido, será la Procuraduría la que tendrá que entrar a “identificar e individualizar a el o los presuntos autores de la conducta cuestionada”.
Mientras tanto, en vista de lo ocurrido, desde el nivel central del Inpec ordenaron reforzar las medidas en el piso 11, donde está internado el exalcalde, y en adelante: no le permitirán ninguna clase de visita sin autorización escrita por parte de la dirección del complejo carcelario en el departamento, todos los movimientos que por razones médicas deban realizarse tendrán que ser informados a la dirección o comando de vigilancia y las visitas reglamentarias deben ser registradas y autorizadas por el Inpec, de acuerdo con un cronograma.
Nuevo examen médico
Ayer también se conoció que la dirección general del Inpec ofició al director regional, Ángelo Torrado Pérez, para que le solicitara al Instituto de Medicina Legal un examen que permita certificar que sea real el diagnóstico clínico de Ramiro Suárez Corzo, el cual ya se practicó y están a la espera de los resultados.
“(…) con el deseo de aclarar la desinformación que se libra por las redes sociales y establecer el real estado de salud del privado de la libertad Ramiro Suárez Corzo, se solicita muy respetuosamente a su despacho, ordenar a quien corresponda, la realización de examen médico legal al mencionado PPL”, dice el oficio.
Inspección y práctica de pruebas
Tras la decisión de iniciar una indagación previa para conocer la verdad sobre lo que ha ocurrido en torno a la permanencia de Ramiro Suárez Corzo en el piso 11 del Hospital Universitario Erasmo Meoz, la Procuraduría ordenó la práctica de una serie de pruebas que permitirán esclarecer si hay o no conductas que puedan ser objeto de algún reproche disciplinario.
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Adicionalmente, pidió practicar una visita administrativa en calidad de inspección al centro médico, la cual tuvo lugar ayer y en la que se tomaron unas primeras declaraciones tanto al condenado exmandatario, como al gerente del Erasmo Meoz, Tonino Botta, el guardia de custodia, entre otros funcionarios.
La Opinión conoció que mientras los delegados del Ministerio Público esperaban el ingreso a la institución, varios carros con publicidad del candidato Leonardo Jácome se retiraban del parqueadero del lugar.
Las siguientes son algunas de las pruebas que se solicitaron:
-La declaración juramentada del periodista Daniel Coronel, como autor del informe periodístico que presentó en la sección ‘El reporte Coronel’ y en el que se ventilaron las supuestas irregularidades que se estarían cometiendo en el lugar donde se encuentra internado Ramiro Suárez Corzo, en favor de las campañas de los candidatos Leonardo Jácome, a la Alcaldía de Cúcuta, y William Villamizar a la Gobernación.
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-Relación detallada por parte del gerente del Hospital, Tonino Botta, sobre las atenciones hechas al exalcalde, en calidad de paciente, durante todo el mes de agosto.
-Información sobre el ingreso de Suárez a la ESE y su estado de salud en ese momento, junto con la historia clínica.
-El Hospital también deberá informar quién tiene a cargo el pago de la prestación del servicio de salud del exgobernante y quién dio la orden o justificó la ubicación en el piso 11. Allí mismo se deberán detallar las medidas de seguridad adoptadas para el ingreso de visitas, con sus respectivas grabaciones. Sin embargo, una fuente le aseguró a La Opinión que las cámaras de seguridad instaladas en este piso estuvieron apagadas durante buena parte del tiempo que Suárez ha estado internado.
-Relación del personal de salud o administrativo que ha tenido contacto con Suárez Corzo.
-Copia, si existe, del protocolo especial aplicable a pacientes de centro penitenciario.
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Entre tanto, la Procuraduría le solicitó al director de la cárcel de Cúcuta, Ángelo Torrado Pérez, entregar documentos como:
-Informe detallado sobre las actuaciones administrativas relacionadas con el cumplimiento de la orden que emanó el juez, de trasladar al exalcalde al centro carcelario de la ciudad.
-Copia de la minuta de guardia en la que se asignó la vigilancia del detenido en el Hospital, desde el 19 de julio a la fecha.
-Copia del protocolo de custodia y del régimen de visitas de la población privada de la libertad recluida en un centro de salud.
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