Durmiendo en la intemperie, sobre una colchoneta y con varios plásticos para protegerse de la lluvia y el sol, permaneció Geovanny Álvarez León durante los siete días que estuvo secuestrado en zona rural de Ocaña.
Lo único que rodeaba al comerciante era maleza, tierra y piedras, pues sus secuestradores lo llevaron a una apartada vereda de este municipio del Catatumbo.
El plagio ocurrió la madrugada del pasado 29 de noviembre, cuando un grupo de hombres armados, que se identificaron como miembros de Los Pelusos, lo interceptó cuando salía de su casa, en el barrio Juan XXIII, de Ocaña.
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Desde ese instante, las súplicas de su familia hacia los secuestradores para que no atentaran contra su vida fueron incesantes, pues él se dedica a vender fritos en el mercado de este municipio.
En medio de la incertidumbre que generó este secuestro en el departamento, de manera sigilosa, el Gaula de la Policía de Norte de Santander empezó a obtener pistas sobre su paradero, por lo que no descuidó ningún detalle que pudiera llevar a los uniformados hasta la ubicación exacta donde tenían custodiado a Álvarez.
La operación
A través de la información de fuente humana, el Gaula tuvo los indicios del sector donde estaba su objetivo. Por eso, en conjunto con unidades de la Seccional de Inteligencia (Sipol) prepararon un operativo con el fin de rescatar al comerciante sin arriesgar su vida.
La tarde del martes, un grupo de 19 policías llegó hasta la vereda Sinuga, para rodear el lugar donde les habían dicho que tenían en cautiverio a Geovanny Álvarez.
Los uniformados tuvieron que dejar sus vehículos en un punto de esta zona veredal y caminar durante al menos una hora y 30 minutos, hasta llegar a la finca donde estaba el comerciante secuestrado.
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El recorrido se hizo intenso, manteniendo fuertes esquemas de seguridad, pues allí delinquen el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y la disidencia del Frente 33 de las Farc.
Y precisamente, cuando la Policía llegó al lugar indicado, se desató un intercambio de disparos con los secuestradores, que se extendió durante algunos minutos, mientras que los delincuentes intentaron llevarse al comerciante.
Sin embargo, luego de una rigurosa inspección alrededor del lugar, el Gaula rescató a Álvarez León y, además, encontró a los captores escondidos entre la maraña, por lo que de inmediato los capturó.
Los cuatro hombres fueron identificados como Miguel Alfonso Castro Amado, Moisés Santiago Guerrero, Dilfrey Ascanio Ortega y Fabián Díaz Díaz. Las autoridades se incautaron de una pistola, un revólver y munición.
Según se conoció, los detenidos son oriundos de Teorama, Convención y de Ocaña. Además, uno de ellos tiene antecedentes por extorsión.
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Lo que buscaban
La Opinión conoció que durante los días en los que Geovanny Álvarez estuvo privado de la libertad, al parecer, los captores nunca se comunicaron con la familia.
Sin embargo, la intención de los secuestradores era incrementar la angustia de sus seres queridos, con el objetivo de empezar a exigirles 10 mil millones de pesos por su liberación.
“Esa es la modalidad, empiezan exigiendo eso y siguen en negociación para finalmente pedir 300 o 400 millones de pesos”, explicó una fuente.
El reencuentro
A las 5:00 de la tarde del martes, los uniformados con Geovanny Álvarez en libertad, regresaron al casco urbano de Ocaña, donde la familia esperaba ansiosa por el comerciante.
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Con cansancio, pero lleno de felicidad por regresar a la libertad, el comerciante vio nuevamente a sus familiares, que entre llantos y agradecimientos, lo abrazaban con fuerza, agradeciendo por tenerlo de vuelta en su hogar.
Otros secuestrados
Aunque esta familia recuperó la alegría, otras todavía sufren las consecuencias del secuestro, por lo que claman a los autores de estos hechos una tregua en esta época de Navidad y así liberen a las demás víctimas que siguen en cautiverio.
Ana Milena de la Peña, esposa de Fabián Camilo Arias Castilla, le pidió al Eln que deje en libertad a su ser querido, quien está en su poder desde el pasado 2 de octubre. El joven profesional, de 35 años, fue llevado por hombres armados a bordo de una camioneta desde el barrio Primero de Mayo, de Ocaña, y desde entonces nada se sabe de su paradero.
El drama del secuestro también lo viven las familias de Sanín Mena, ganadero, de 87 años, secuestrado en Río de Oro; Yadil Sanguino, exalcalde de San Calixto, y Evangelista Bohórquez, de quien no hay noticias desde hace más de 3 años.
Secuestrados en Tibú
El domingo 3 de diciembre fueron secuestrados los escoltas Robinson Humberto Piernagorda Sánchez y Wilver Rentería Rengifo, junto con Grecia Suárez, quienes se movilizaban en una camioneta adscrita a la Unidad Nacional de Protección, de placas LTO- 948, cuando transitaban por la vía Cúcuta-Tibú.
Según se conoció, una de las víctimas alcanzó a enviar un mensaje vía celular la tarde del domingo, avisando que estaban secuestrados. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición se desconocía qué grupo armado ilegal los tenía en su poder.
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