En la opinión pública, la crisis migratoria venezolana no ha sido bien vista por ciertos problemas sociales que ha traído consigo.
Sin embargo, expertos reconocen en la migración oportunidades para el crecimiento y el desarrollo de las ciudades y países receptores, a través de su inclusión en la fuerza laboral.
Una de las empresas de Cúcuta que decidió contratar trabajadores venezolanos es Botas Saga, porque, según su oficina de Talento Humano, es mano de obra calificada, con perfiles técnicos y profesionales muy completos, así como también son personas con mucho sentido de compromiso y responsabilidad.
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“Sus perfiles laborales cumplen con las necesidades de la compañía para suplir algunas de nuestras vacantes. Todas las personas sin discriminación de raza, sexo, edad, nacionalidad hacen parte de nuestros procesos de selección y contratación; por lo tanto, la mano de obra migrante ha contribuido al cumplimiento de los objetivos de la compañía”, precisó la compañía a La Opinión.
De acuerdo con el área responsable de la selección del personal de Botas Saga, el desarrollo empresarial es un aspecto que conlleva no solo la mano de obra, que es el equipo humano de trabajo, sino todos los aspectos relacionados con la planeación estratégica de la empresa.
Potencial migrante
Para el gerente de la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI) en Norte de Santander, Francisco Unda, la llegada de migrantes siempre es una oportunidad para que aumente la diversidad de conocimientos, estilos y formas de pensar de la mano de obra calificada y no calificada.
Indicó que esto, en el mediano plazo, sin duda y una vez se solucionan las barreras de contratación, trae beneficios para las organizaciones.
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Unda destacó que más del 30% de las empresas afiliadas a la ANDI en el departamento fronterizo han tenido experiencias de trabajo con migrantes de manera exitosa.
Por otra parte, el presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Cúcuta, Sergio Castillo, sostuvo que la mano de obra migrante siempre ha existido e históricamente ha sido necesaria para forjar las grandes civilizaciones del mundo, mediante el intercambio de conocimientos, experiencias y capacidades laborales.
“A nivel regional, se sintió incertidumbre cuando se presentaron los picos más altos de llegada de extranjeros, pero, hoy en día, vemos que la situación se ha controlado, la incorporación de ellos al mercado laboral interno ha avanzado y la competencia se ha establecido por capacidades y conocimiento, como debe ser siempre”, agregó.
(Algunos venezolanos se ganan el sustento en las calles, como Franyeli Mariana Moreno, quien canta en los semáforos. logrado empleo formal se ganan el sustento en las calles de Cúcuta, como Franyeli Mariana Moreno, quien canta en los semáforos. / Foto: La Opinión)
Castillo manifestó que, en Cúcuta, se volvió común ver migrantes en todo tipo de empresas y establecimientos comerciales y su potencial lo han visto reflejado en sectores como el gastronómico y el de salud y belleza, donde su conocimiento y experiencia le ha dado un valor particular a estos segmentos de la economía.
“Así, transversalmente, se fortalece toda una cadena productiva y mucha gente se beneficia de esas habilidades y calidades humanas que la migración ha incorporado en el mercado laboral de la zona fronteriza”, puntualizó.
Migrantes impulsarán economías
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la rápida integración de los migrantes permitirá a las economías de los países receptores, como Colombia, incrementar el Producto Interno Bruto (PIB).
La nación cafetera ha recibido el mayor número de migrantes venezolanos, alrededor de 2 millones, de los más de 7 millones que abandonaron su país, y se calcula que gastó unos 600 dólares por cada uno en 2019, lo que significa 1.300 millones de dólares en asistencia y el 0,5% del PIB de Colombia.
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No obstante, de acuerdo con el estudio del FMI sobre las repercusiones de la migración venezolana, esta inversión podría reportar un incremento, en largo plazo, del PIB de hasta 4,5 puntos porcentuales para 2030 en este y otros países de acogida.
“Para obtener beneficios de la migración, es necesario que los países integren a los recién llegados en la fuerza laboral formal —y también en la sociedad— mediante la concesión rápida de permisos de trabajo y el acceso a los servicios de educación y salud”, señaló el Fondo Monetario Internacional.
En su informe ‘Desarrollo Mundial 2023: migrantes, refugiados y sociedades’, publicado el mes pasado, el Banco Mundial también consideró que la implementación de políticas migratorias inclusivas pueden impulsar el crecimiento económico de los países.
El texto subrayó que las poblaciones están envejeciendo a un ritmo sin precedentes, lo que hará que las naciones dependan cada vez más de los migrantes, para alcanzar el nivel de crecimiento a largo plazo.
Perfil de los migrantes
El FMI destacó en su estudio que las características de los migrantes han evolucionado con la intensificación de la crisis económica, precisando que la primera ola de migrantes estuvo constituida, principalmente, por profesionales con un nivel educativo superior.
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Describió que el segundo flujo migratorio fue conformado por jóvenes de clase media con titulación universitaria, agregando que, desde el colapso de la economía en 2017-2018, los migrantes han provenido de hogares de bajo ingreso con un nivel educativo inferior.
(La implementación de políticas migratorias inclusivas pueden impulsar el crecimiento económico de los países.)
“En términos generales, el perfil demográfico de los migrantes venezolanos es similar al de la población local de los países de acogida. Casi dos tercios están en edad de trabajar, y casi la mitad son mujeres”, afirmó el FMI.
Las proyecciones señalan que el costo de integrar a los migrantes se iría reduciendo con el tiempo, a medida que estos se incorporasen al mercado laboral, al aumentar la actividad económica y ampliar la base tributaria.
Baja el desempleo migrante
De acuerdo con el más reciente informe del mercado laboral del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la tasa de desempleo en la población migrante se ubicó en 10,8%, entre mayo de 2022 y abril de 2023, para los venezolanos que hace un año ya estaban en Colombia.
Esa tasa fue de 12,7% entre mayo de 2021 y abril de 2022, lo que significa una reducción de 1,9%.
Mientras que, para quienes hace 12 meses aún vivían en Venezuela, registró un indicador de 21,8%. En el período anterior (mayo de 2021 a abril de 2022) esa tasa fue de 23,2%.
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