El año 2023 fue un periodo de crisis para el sector construcción a nivel del país, panorama que se acentuó en Norte de Santander, porque la vivienda es la dinamizadora de esta actividad. La venta de casas o apartamentos nuevos cayó 59,3%, respecto a 2022.
De acuerdo con el reporte entregado a La Opinión por la Regional Cúcuta y Nororiente de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), con datos de Coordenada Urbana, durante el año pasado se vendieron 2.725 viviendas menos que en 2022, cuando fueron 4.592.
Por segmentos, la comercialización de Vivienda de Interés Social (VIS) disminuyó 63,3% y la de Vivienda de Interés Prioritario (VIP) tuvo una baja más profunda, al registrar 70,6%. En No VIS, la venta cayó 37,6%.
El gerente del gremio, Mateo Montebello, precisó que, aunque los desistimientos de las familias que estaban en trámite de adquirir fueron 1.116, esta cifra representa 31,4% menos que el año anterior.
Montebello destacó que los lanzamientos se redujeron 77,6%, lo que refleja 2.598 viviendas menos; y las iniciaciones, es decir, proyectos o etapas de proyectos que comienza su construcción, se redujeron 82,6%, por lo que, prácticamente, el sector se paralizó.
¿Cómo enfrentar la situación?
Mateo Montebello manifestó que, para reactivar el sector este año, comenzaron a trabajar en varias estrategias, principalmente de la mano de Gobierno y de Camacol nacional.
A nivel regional quieren impulsar una iniciativa que les plantearon a los candidatos a las alcaldías y a la Gobernación, el año pasado, y ya la trataron con los electos Jorge Acevedo, en Cúcuta, y William Villamizar, la cual consiste en entregar subsidios municipales y regionales para comprar vivienda.
“Esta propuesta ya funciona en otras ciudades, como Bogotá, Medellín, Barranquilla, Cali, incluso Soledad (Atlántico); algunos departamentos, como Antioquia y Atlántico, también disponen recursos. Eso puede ayudar a solventar la incertidumbre del programa Mi Casa Ya”, añadió.
El representante de los constructores sostuvo que conversan con el Ministerio de Vivienda, para lograr la manera de ampliar el número de subsidios, porque tiene previsto entregar 50.000 este año, mientras que la demanda está sobre los 75.000.
“Estamos buscando generar nuevas oportunidades de negocio para los constructores, nuevos modelos de negocio, nuevas formas de generar inversión y capital, para apalancar proyectos”.
Las razones de la crisis
El gerente de Camacol en la región, indicó que la disminución “tan grande” en las ventas se debió a las altas tasas de interés de los créditos hipotecarios, lo cual dificultó a las familias lograr sus cierres financieros.
“Otro factor, que más afectación generó, son los cambios en Mi Casa Ya, que llevaron a la incertidumbre en toda la cadena. En el comprador, porque ya no tiene seguridad de su subsidio, pues, debe cumplir con –las clasificaciones- del Sisbén y, según el puntaje, se lo asignan o no. El Gobierno ya dio un primer paso para tratar de mejorar esa situación, y es que empezaron, en un porcentaje muy pequeño, a hacer preasignaciones de subsidios solo en VIP”, resaltó Mateo Montebello.
Sin embargo, explicó que es importante que las preasignaciones escalen al segmento VIS, puesto que es el “real motor de la economía”, principalmente en el departamento, en donde, de cada 10 viviendas que se construyen, entre 7 y 8 son de interés social, realidad diferente a otras zonas del país, en donde, además, el sector se mueve con la edificación de centros comerciales y tienen un portafolio de negocios más diversificado.
Montebello agregó que la incertidumbre en el empresario se vio reflejada en la baja de los lanzamientos de proyectos, porque al desistir la familia de adquirir el inmueble, por no tener cómo pagar la totalidad con sus recursos, o al no lograr el subsidio, cuya cuota inicial estaba pagando por partes, el constructor debió pasar esa unidad a reventa. Esa situación lo llevó a no lanzar más obras.
El líder gremial destacó que estas circunstancias provocaron que no haya iniciaciones de proyectos o de nuevas etapas. ¿Por qué las iniciaciones son importantes? Mateo Montebello afirmó que es la fase en donde se crea empleo, se dinamiza el comercio de materiales y servicios y se generan aportes al Producto Interno Bruto (PIB), debido a que se activa toda la cadena de valor.
De acuerdo con Camacol, el PIB departamental, en el tercer trimestre de 2023, del sector construcción decreció 8,0%, respecto al mismo lapso de 2022
En cuanto a la ocupación, a corte de noviembre pasado en el área metropolitana de Cúcuta, esta rama tenía 32.000 trabajadores, 2.000 menos que un año atrás.