Hace cuatro años la cucuteña Zulma Rojas decidió cumplir el sueño de tener una fundación para ayudar a niños en situación de vulnerabilidad en Cúcuta. Una decisión que tomó sola, sin tener recursos, pero en el camino ha encontrado más personas que se suman a este querer.
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Pese que no ha obtenido ayuda por parte de las entidades municipales ni departamentales, al no tener un respaldo ‘político’, ella prefiere seguir recibiendo aportes de gente que conocen su historia y el amor que le tiene a este proyecto llamado ‘Pequeños gigantes’.
Zulma no desiste y este año volvió a abrir las puertas para la atención de los menores, luego de estar cerrado por dos años, por la llegada de la pandemia del coronavirus.
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Rentó una casa en el barrio Toledo Plata y ya tiene 25 niños (entre 1 a 5 años), que reciben atención sicosocial, educación, cuidados, amor y alimentación. Además, disfrutan de una donación de unos elementos que le dio una señora.
"A los papás solo se les pido una colaboración de $3.000”, dijo Rojas, quien tiene una idea de que algún cucuteño apadrine a un niño, para que la fundación siga adelante son su misión: beneficiar a menores en estado de vulnerabilidad.