A través de los años las intensas temporadas de lluvias han dejado a cientos de familias damnificadas en Cúcuta, especialmente en 2011.
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En esa época, las personas que vivían en barrios e invasiones ubicadas en zonas de alto riesgo de la capital de Norte de Santander fueron golpeadas por la fuerza de la naturaleza, perdiendo lo poco o mucho que lograron tener con su trabajo diario, teniendo que buscar ayuda de familiares y amigos, para quedarse durante meses en otro lugar, mientras reunían para un arriendo o esperaban a que el gobierno local los reubicara.
Para 2014, luego de varios censos, el gobierno les dio un apartamento en la recién inaugurada Urbanización Cormoranes, para ayudarlos a solucionar la falta de una vivienda digna.
Ese conjunto habitacional de 47 torres, con cinco pisos cada una de ellas, con fachadas amarillas con gris y que también cuenta con vías pavimentadas, zonas comunes, una cancha de fútbol y varios parqueaderos se convirtió en una aparente solución a la problemática para aquellas personas que reclamaban a gritos.
Sin embargo, hoy, después de ocho años de haber recibido esos apartamentos, los inconvenientes continúan para quienes viven en Cormoranes, ahora hay unas torres que presentan algunos daños por el terreno donde fueron construidas.
Los asusta la inseguridad
La entrada a la urbanización por el Anillo Vial Occidental es uno de los lugares donde los taxistas, mototaxistas y otros conductores no se arriesgan a ingresar de noche, pues los delincuentes se aprovechan de la oscuridad y soledad para atracar.
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La Opinión ha denunciado en varias ocasiones lo que viene pasando en ese sector, pero hasta el momento no hay una solución por parte de las autoridades.
“De día ese lugar es hasta seguro, pero ya de noche el que le diga a uno que una carrera por ese camino, es porque lo quiere robar o hasta matar”, indicó uno de los mototaxistas que se moviliza en esa zona.
El motorizado añadió que es raro que alguien se atreva a robar en los apartamentos o zonas sociales de Cormoranes, pues la comunidad los atrapa y los entrega a las autoridades. “Hace como un mes un hombre intentó meterse a un apartamento y lo cogieron a golpes. Así los ladrones le cogen miedo a hacer de las suyas acá”, señaló el chofer de moto.
Precisamente el pasado 12 de mayo, a las 11:30 de la noche, en uno de los parqueaderos de esa zona de la Comuna 7, un desconocido roció gasolina a un taxi y le prendió fuego. Algunas personas lograron apagar las llamas y evitar que el vehículo se quemara totalmente.
Es de resaltar que en la zona hay cámaras de seguridad vigiladas por la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc).
Las fachadas y los parques
La fachada de la mayoría de las torres no tiene buen aspecto, debido a que la pintura amarilla está deteriorada, dándole un aspecto de abandono.
Las familias de bajos recursos que allí habitan no tienen el dinero para costear los gastos que implican el arreglo de cada una de las fachadas de las torres.
“A los dos años de entregadas las torres por la constructora, las paredes se volvieron feas. Es una lucha porque nos dicen que eso ya no es problema de ellos”, comentó Numar Noriega, líder comunal de ese sector de la ciudadela Juan Atalaya.
Aunque cuentan con una cancha de fútbol, la comunidad pide que el parque biosaludable que allí hay sea reparado, pues algunas máquinas se han oxidado y otras se han caído.
No tienen el CDI en funcionamiento
El Centro de Desarrollo Infantil (CDI) de Cormoranes, con el que soñaron y que fue construido, está en total abandono desde hace años y pese a las denuncias de la ciudadanía no lo reabren.
La comunidad añadió que el espacio fue instalado en un espacio con fallas geológicas, por lo que se estaría hundiendo. Numar Noriega comentó que la inversión que hicieron fue de cerca de $4.600 millones.
“No hemos tenido respuestas de los entes encargados de la investigación de ese espacio. Se supone que los niños se iban a beneficiar y tendrían un sitio de disfrute y enseñanza, mientras sus padres salían a trabajar”, añadió Noriega.
El líder comunal añadió que la Alcaldía le respondió a la comunidad que estaban esperando instrucciones de Procuraduría y Contraloría para empezar a recuperar ese espacio.
Por fin tienen transporte
Hasta principios de este año la gente debía pagarle hasta $2.500 a los mototaxistas para que los subieran al barrio El Paraíso y otros sectores de la ciudadela Juan Atalaya para buscar una buseta o colectivo que los llevara a diferentes puntos de Cúcuta, pero ahora una de las empresas de transporte aceptó ampliar una ruta desde Cormoranes.
“La ruta llega hasta el parque Palacio Nacional, calle 9 con avenida 3, donde llega el carro colectivo, con cuatro puestos y lleva a las personas hasta Cormoranes, pasando por diferentes barrios de Atalaya”, indicó el líder comunal.
Eso habría causado indignación entre algunos mototaxistas, quienes eran los únicos que manejaban el negocio del transporte público en la zona, pero tras varias reuniones entre la comunidad, los choferes y los motorizados llegaron a un acuerdo mutuo.
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