La designación, el jueves en la noche, del exsenador Armando Benedetti como nuevo embajador de Colombia en Venezuela se constituye en un avance importante en el proceso de normalización de las relaciones entre los dos países vecinos, después de siete años de tensiones y un congelamiento pleno de la diplomacia por tres años.
Lea también: Lo que está listo, lo que falta y lo que se podría demorar para la reapertura de la frontera
Teniendo en cuenta la expectativa que había generado en el país este nombramiento, y particularmente en zonas de frontera como Norte de Santander, donde abogan por el pronto restablecimiento del intercambio comercial, muchas fueron las preguntas que quedaron servidas, sobre la idoneidad de Benedetti en ese cargo.
Como es ampliamente conocido, el excongresista barranquillero tiene un perfil mucho más político que diplomático, pues su carrera ha estado ligada durante 20 años al Congreso de la República.
No obstante, analistas consultados por La Opinión coinciden en que, justamente, esa trayectoria y su cercanía con el nuevo jefe de Estado colombiano, pues fue su mano derecha en la pasada campaña, fue lo que lo convirtió en uno de los firmes candidatos para asumir la Embajada en un momento coyuntural como el actual.
“El presidente ha recurrido a uno de esos actores que en política podemos considerar más hábil, y eso le va a permitir un margen de maniobra con los venezolanos, que tampoco son fáciles. Ahí se requiere más que a un diplomático, alguien que tenga carácter para manejar a un vecino que es complejo, difícil y que puede llegar a ser problemático”, consideró el investigador y vocero del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, Ronal Rodríguez.
Le puede interesar: ¡Pilas! Está abierta la convocatoria para becas de educación superior en Cúcuta
Esto mismo opinó el exministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Julio Londoño Paredes, quien recordó que en Venezuela siempre ha habido embajadores con un perfil mucho más político, por la importancia que representa esa relación para el país.
“(Benedetti) Es una persona muy cercana al presidente y lo que se necesita ahora, precisamente, son personas que estén cercanas a los dos jefes de Estado, porque el proceso que sigue en adelante no es inmediato, es dilatado y tiene aristas, complicaciones, entonces, creo que eso es importante”, planteó Londoño.
Arma de doble filo
Ronal Rodríguez explicó que desde el ascenso de la revolución bolivariana, la relación entre Colombia y Venezuela ha pasado a depender de los presidentes de turno, más que de los aparatos diplomáticos, y en esa medida la cercanía o lejanía que tenga el embajador con el jefe de Estado se vuelve fundamental en el proceso.