El paso del legislativo al ejecutivo (en donde muy seguramente estará en la administración Petro), para Luis Fernando Velasco ha sido muy movido, activo y sorpresivo, no sólo por lo que ha aprendido, sino por lo que ha encontrado en asuntos que desde ya estarán en el radar de posibles hechos de corrupción.

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Sin haber terminado su gestión de empalme anuncia, desde ya, que dejará dos grandes recomendaciones al presidente Gustavo Petro, para que se revise la forma como están operando la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y el Departamento de Prosperidad Social, entidades en donde se manejan miles de millones de pesos del presupuesto nacional.

En esa tarea de empalme Velasco ha compartido con el saliente presidente Iván Duque, con quien estuvieron hablando, en el despacho presidencial en días pasados sobre la marcha del proceso de empalme en general.

Velasco, de quien se asegura sería el director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, habla además sobre cómo avance la relación que se está construyendo con el gobierno de los Estados Unidos, con el cual asegura se podría hacer la modificación del TLC para buscar beneficios para Colombia.

De estos y otros temas, habló Luis Fernando Velasco con Colprensa.

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La imagen del presidente Petro en la última encuesta subió por encima del 20 % frente a lo que era hasta antes de la elección presidencial. 

¿Éste es el resultado de ese ambiente de distención que se está viendo en el país?

Y de coherencia. Gustavo Petro está siendo coherente. Él dijo: “quiero gobernar para todos los colombianos”, y lo está haciendo. Incluso generando debate de algunas personas con una concepción más sectaria del ejercicio del poder. Él es una persona completamente coherente, fíjese que los primeros mensajes en cuanto a prioridades legislativas y de acciones van en consonancia con las luchas que él ha dado y cuando los colombianos que estamos acostumbrados a que nos digan una cosa en campaña y otra cosa cuando está gobernando comienzan a ver un Petro que lo dimensionan como un estadista crece muchísimo su imagen positiva, que va a seguir creciendo.

Esto lo va a hacer porque lo veo a él sinceramente entrando con toda su energía a intentar mejorar las cosas del país, un Petro que va a intentar relanzar la industria, un Petro que va a intentar que el campo vuelva a producir, un Petro que arregle los problemas a los deudores del Icetex, un Petro repensando con responsabilidad el sistema de atención en salud para los colombianos, un Petro con unas relaciones internacionales que pocos presidentes han tenido.

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¿La relación que se avizora con los Estados Unidos podría ser otra de esas buenas expectativas que tiene Petro?

Por ejemplo, el Petro que se sienta con Biden a hablar, el que se sienta con el secretario de Estado, al que su comisión de empalme la visita su Embajada y preparan toda una agenda para la visita de altos miembros del estado norteamericano a hablar con el presidente, es un Petro que habla de tú a tú con los jefes de Estado; lo hizo cuando era candidato y ahora lo hace como presidente. No solo es líder en Colombia, sino que tiene un liderazgo mundial frente a su visión de lo que tiene que ser el Cambio Climático, de temas del mundo, no solo de temas de Colombia.

¿Usted cree que si le van a poder hacer oposición a Petro cuando vemos que tiene una coalición robusta?

Los momentos en donde la oposición se creció más, cuando yo la hice, no fueron con Duque, fueron en el segundo gobierno de Uribe. A él le hicimos oposición unos pocos congresistas de los sectores alternativos, porque la bancada era pequeña, y dos o tres senadores liberales. Porque Uribe cooptó a casi todo el Partido Liberal. Éramos poquitos, pero hicimos una gran oposición, porque nos preparábamos, porque debatíamos, denunciábamos.

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La derecha tiene una posibilidad bellísima de hacernos control político con una gran diferencia, el presidente Petro es un demócrata de verdad, él ayudó a construir la Constitución del 91 y la va a defender como nadie más y yo tengo la seguridad que no solo él sino quienes trabajen en su gobierno tendrán la instrucción de ser muy respetuosos con la oposición.

Yo no me imagino a una bancada de amigos de Gustavo Petro quitándole el derecho a las minorías a estar en una Vicepresidencia del Congreso, no creo que le quiten la voz a quienes tienen derecho a hacer control político y yo creo que hay un espacio muy bonito para ese control político.

- ¿Se disipan esas dudas que decían que Petro iba a llegar a acabar con la Constitución?, ¿hoy usted ve a un Petro mucho más moderado?

¿Cómo va a arrasar con la constitución que él mismo ayudó a crear? Es que la constitución del 91 fue un acuerdo entre el Partido Liberal, los sectores republicanos y progresistas de la derecha liderados por Álvaro Gómez y el M19. No, lo que hay que hacer es desarrollar la Constitución, que todavía hace falta y hay que pasar de los derechos individuales, que de alguna manera la Corte Constitucional ha ayudado a desarrollarlos, a los derechos colectivos que fue un elemento central del discurso de Gustavo Petro.

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En esos está el derecho al medio ambiente, los derechos económicos de la sociedad, Gustavo Petro conserva lo que él ayudó a crear.

- ¿Por qué parece que arrancó bien esa relación entre la administración Petro y el Gobierno de los Estados Unidos?

Hay elementos y prioridades en común. Primero: defensa de los acuerdos de paz, que les interesan, no solo por una concepción humanista sino pragmática de que mientras en Colombia está en guerra hay posibilidades de que el negocio de la cocaína, que le hace daño a los Estados Unidos, crezca. Segundo: quienes gobiernan en Estados Unidos no son negacionistas del cambio climático y ven a un líder latinoamericano diciendo: “yo asumo responsabilidades en un país que es el aire acondicionado, que si lo usamos bien evita el calentamiento global”.

Además, porque ellos ven la realidad que nosotros queremos desarrollar, un programa liberal progresista que saque a Colombia de la premodernidad y la meta en un sistema capitalista de corazón. Nadie está hablando de socialismo ni de expropiar ni de esas locuras de las que nos acusaron en campaña.

- Usted ha planteado el tema de poder revisar el acuerdo con ese país ¿qué tan viable es? ¿Qué tan ventajoso puede ser para Colombia?

Mucho. Los tratados de Libre Comercio no son malos, es malo negociarlos mal. Lo malo es negociarlos para que llegue alguien a destrozar el sector productivo, por ejemplo, Colombia no está preparado para un TLC con China y entonces Colombia firma un tratado de este tipo con USA y los técnicos que fueron a representar la sociedad colombiana pensaron en los intereses de su sector y no en los de todo el país.

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Por ejemplo, con el Atpa (mecanismo comercial binacional antes del TLC), las confecciones colombianas, que son de buena calidad y diseño, entraban sin problema al mercado norteamericano, con el TLC dejaron de entrar, porque el modelo neoliberal acabó el algodón y con ello acabó el hilo y al acabar el hilo buena parte de nuestro sector, que hacía telas, dejó de ser eficiente y dejó de producir las telas y hoy las telas que usa el sector confeccionista las traemos del oriente del mundo y cuando las vamos a meter a Estados Unidos allá nos dicen: “no se las recibimos por las ventajas del TLC, porque ustedes no hacen ni el hilo ni la tela con la que las traen”.

Entonces, si nosotros somos buenos aliados de Estados Unidos denos el mismo tratamiento de los centroamericanos, no nos vayan a golpear más el sector agrario llenándonos de arroz, porque o cada vez que perdemos una hectárea de cultivos le abrimos la posibilidad a los cultivos ilícitos, porque la gente tiene que vivir de algo, entonces ese mensaje creo que podemos llevarlo allá y hacer un acuerdo con los Estados Unidos que defienda el sector productivo colombiano.

- Me corrige si me equivoco, pero no recuerdo gobierno alguno que haya hecho una comisión de empalme tan grande y estructurada como este. ¿Cómo va ese proceso?

Va bien, con dificultades normales. Debo reconocer que, en mi comisión, en el empalme de Presidencia, he visto un empalme tranquilo, amable. Cuando ha habido problemas, que se presentan, se corrigen. Si a mí me presentan una información que es difícil, yo voy y hablo, porque lo que uno espera es que tengamos una información bastante cercana a lo que está pasando con el actual gobierno. Incluso, en un acto que valoro antier tuve una reunión con la jefe de gabinete del presidente Duque, la doctora María Paula Correa, para hablar un tema muy puntual del empalme en la seguridad presidencial, en la casa militar obviamente el presidente asumirá eso y dirá quiénes son los oficiales que asumirán esas responsabilidades y en el marco de esa charla el presidente Duque me invitó a conversar, él que fue compañero mío en el Senado, de manera que hablamos y desarrollamos temas interesantes.

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- Sergio Fajardo le sugirió al presidente hacer el llamado ‘Libro blanco’ que él hizo cuando fue gobernador de Antioquia, para denunciar la corrupción en el gobierno que le antecedió, ¿ese libro es necesario para mostrar situaciones de corrupción del gobierno saliente?

A la ciudadanía hay que darle respuestas. Yo creo que le conviene a este gobierno y al entrante, pero hay temas complejos. Yo encontré una UNGRD que se convirtió en una fiducia para evadir licitaciones haciendo de todo, cosas que no tenían que ver nada con el riesgo y con rumores muy fuertes que nos llegan de todos lados.

Yo no voy a entrar a calificar, yo voy a entregar el informe, pero recomendaré que temas como DPS, Unidad Nacional de Gestión de Riesgos y Desastres, algunas denuncias que se han conocido sobre peajes para lograr la aprobación de proyectos de paz, sean revisados por quien Gustavo ha querido que desarrolle el tema de lucha contra la corrupción, como lo es Iván Velázquez.

- ¿Un primer gran paso contra la corrupción?

Además, porque tenemos instrumentos muy fuertes. A mí me encanta la propuesta de Gustavo Petro de convertir la Procuraduría en una gran fiscalía anticorrupción, porque el gran instrumento contra la corrupción se llama la extinción de dominio sobre el enriquecimiento ilícito, del cual yo fui ponente en el Congreso. Si usted indaga sobre los ingresos de personas que han tenido responsabilidad pública, hay gente que puede demostrar los bienes y hay gente que evidentemente no lo puede hacer.

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Si la Procuraduría se convierte en eso, combina usted la Unidad de Información de Análisis Financiera y la Procuraduría y le aseguro que ahí sí hay una verdadera estrategia anticorrupción.

- ¿Cuándo va a definir el presidente Petro los proyectos clave que van a ser radicados en el Congreso?

Creo que él ya ha mandado mensajes, la tributaria, la reforma agraria, temas de salud y educación. Con la llegada del presidente otra vez a Colombia, él citará a sus equipos para desarrollar una agenda legislativa que arranca con gran respaldo. En la cabeza del Congreso hay una persona con mucha experiencia, que tiene más kilómetros de vuelo que un yumbo de la KLM. Estoy seguro que Roy Barreras va a ejercer un papel muy importante para sacar una agenda legislativa robusta.

- La crítica que hay al interior del Pacto Histórico ¿le puede llegar a hacer daño o esa gran coalición que tiene es suficiente?

Petro es un demócrata y los sectores alternativos son contestatarios, defienden sus ideas. Yo creo que no debe molestar la crítica. Pero también creo que hay espacio para esos debates, pido que utilicemos esos espacios, no que no se hagan, sino que los usemos. Los antiguos eran grandes porque dialogaban, dice un refrán, si ellos creen que hay algo mal que utilicen esos espacios y lo digan, porque no podemos fallarle a la gente.

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- ¿Cómo queda su relación con el expresidente Gaviria?

Yo nunca he dejado de ser liberal y espero que no solo el expresidente Gaviria sino que quienes votaron en su momento por Iván Duque, por el candidato de la coalición de la derecha, Fico Gutiérrez, y por el candidato de la derecha, Rodolfo Hernández, hayan decidido entrar a la coalición de gobierno en un acto de contrición y de reconocer que Gustavo Petro defiende ideas liberales progresistas y no de otro tipo de intereses.

Si esa es la decisión, me alegra que el Partido Liberal esté viendo en Petro la imagen de los ideales que tienen que defender, porque Petro es un liberal progresista y en ese marco esperaré, desde el espacio en el que esté, tener la posibilidad de hablar con todos los dirigentes políticos y uno de ellos es el expresidente Gaviria, ojalá que después de más de dos años de no hablar conmigo acepte que intercambiemos ideas. La última vez que hablamos fue cuando en su apartamento le gané una pelea, porque él quería que votáramos una reforma tributaria a la que yo me opuse y afortunadamente la bancada me hizo caso en 2019.

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