La subida de la carrera sexta, sector del barrio Galán de Pamplona, se había convertido en un peligro para los peatones y vecinos del sector por el tráfico pesado que transitaba en ambos sentidos.
En las últimas semanas se presentaron incidentes con vehículos de carga que, al no poder subir la pendiente, quedaban atravesados en la vía y otros al descolgarse impactaban sobre los andenes del colegio José Antonio Galán.
Acciones
Ante las reiteradas quejas de los vecinos de la carrera sexta con la avenida Celestino Villamizar y el sector de la Escuela 4 de Julio, el secretario de Tránsito y Transporte, Jorge Luis González Amaya, manifestó que para controlar la situación instalaron seis barreras de cemento que no permiten el paso de vehículos de alto tonelaje.
“No queremos que se siga poniendo en riesgo la vida de los vecinos y peatones que se desplazan por ese sector del casco urbano”, indicó el funcionario.
El secretario sostuvo que también van a demarcar el área de acceso para hacer más visible las señales reglamentarias y que los conductores entiendan que la vía es de un solo sentido.
Como complemento de las reglamentaciones, agregó que disminuirán las alturas de las vallas aledañas a la subida para que no pasen los vehículos pesados y que lo hagan por las vías nacionales.
El secretario de Tránsito señaló que de los 3,80 centímetros que tiene de altura se reducirán a un aproximado a los 2, 80 metros.
Al secretario le preocupa que en ese sector convergen dos instituciones educativas, colocando en riesgo la vida de los estudiantes.
“Lo que buscamos es que no se vayan a presentar emergencias que involucren a la comunidad educativa. Las barreras quedaron ancladas al piso para que no las vayan a levantar. Solo pueden subir por la rampa automotores livianos o particulares”, expresó el funcionario.
Sobre los hechos presentados en los días anteriores, los ciudadanos se pronunciaron a través de las redes sociales, solicitándole a la Secretaría de Tránsito tomar medidas para evitar una emergencia mayor.
Para Óscar Caicedo, la vía no es apta para carros pesados y los conductores saben que eso es así y lo hacen bajo su responsabilidad, sin importarles lo que pueda ocurrir.
Por su parte Sandra López, opinó que la carrera está habilitada para un solo sentido y que por ahí bajan hasta busetas del servicio público en horas pico.
Tulio Niño, residente en el barrio Juan XXIII, quien camina por la vía, dijo que le daba miedo cuando hace algunos días pasaban los carros de carga y los buses de las líneas intermunicipal.