Con el anuncio del ingreso a clases de los estudiantes universitarios, en Pamplona hay expectativas por lo que podría ser la reactivación de todos los sectores de la economía local y regional.
Con la presencia de unos 12.000 jóvenes procedentes de distintas partes del país hay optimismo porque en pago de arriendo por habitaciones, inmuebles, alimentación, papelería, útiles, vestuario y el cubrir otras necesidades estarían dejándole a la ciudad más de 8.000 millones de pesos mensuales.
A esta cifra se le suman los estudiantes del Instituto de Educación Rural (ISER), que también pernoctan en la ciudad durante los dos semestres académicos, teniendo en cuenta que vuelven a las aulas.
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La Universidad de Pamplona regresará a clases presenciales y virtuales a partir del martes primero de marzo, en la modalidad de pregrado.
Los arriendos
Lo que más le preocupa a los estudiantes y padres de familias son los arriendos que se están ofertando en Pamplona.
Aunque hay disponibilidad de inmuebles, los propietarios o arrendatarios particulares de casas y apartamentos están cobrando precios elevados por la atención de los universitarios.
En las redes sociales hay todo tipo de comentarios negativos sobre arrendamientos de habitaciones, sean individuales o compartidas.
El representante de los estudiantes ante el Consejo Superior Universitario, Luis Alberto Garzón Lozano recordó que más del 73% de los estudiantes de la sede principal no son de Norte de Santander, por lo que tienen que arrendar un espacio en donde vivir.
Pero le preocupa la situación algunos compañeros que desde la distancia entregaron por adelantado el 50% del valor del cupo de arriendo de habitaciones y que no les quieren devolver los recursos, constituyéndose en una estafa.
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El líder estudiantil recordó que cuando empezó la pandemia y se fueron para sus casas, hace dos años el arriendo de una habitación normal oscilaban entre los $180.000 y $200.000.
“Ahora hemos encontrado que por esas mismas habitaciones están cobrando entre 300.000 pesos y 350.000 pesos”, aseguró.
Además, agregó que la situación así es difícil, porque también los estudiantes demandan gastos en alimentación diaria, compra de útiles de aseo, vestuario y adquisición de elementos académicos.
Para Garzón, la ciudad se volvió después de la pandemia más costosa y no se prevén soluciones para que los costos de los arriendos los rebajen y sean asequible a los estudiantes pobres que vienen a prepararse en la universidad.
Para el alcalde, Humberto Pisciotti Quintero el tema es de conciencia ciudadana, por lo que van a iniciar una campaña de sensibilización para que los arrendadores particulares sean más consecuentes con la situación de quienes llegan a estudiar en la ciudad.
El Personero Municipal, Jhony David Bernal manifestó que está al tanto de la situación y que los estudiantes que se sientan afectados con cobros desmedidos deben darlo a conocer ante su despacho para empezar a tomar medidas en conjunto con las autoridades municipales.
Arrendadoras
Se indagó sobre el tema en varias arrendadoras en donde precisaron que desde hace algunos días la gente empezó a solicitar inmuebles, representados en casas, apartamentos y locales comerciales.
Sobre los costos, explicaron que se rigen por las normas nacionales y que están aplicando los cánones de arrendamiento de vivienda urbana en un 5,62%, teniendo en cuenta el Índice de Precios al Consumidor (IPC), revelado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) que se estableció de acuerdo con la inflación registrada en 2021.
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