Ante la Asamblea general presentó la carta de renuncia el gerente de la Terminal de Transportes de Ocaña, Jairo Alberto Peñaranda Mantilla, luego de presentar un balance de las gestiones para superar la profunda crisis económica.
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El déficit supera los 800 millones de pesos por demandas laborales y deudas acumuladas con los acreedores durante los últimos años, aseguran los directivos.
El alcalde de Ocaña, Emiro Cañizares Plata, como mayor accionista ordenó un proceso para el saneamiento fiscal y convertir a la terminal en polo de desarrollo de la región.
La dimisión de manera irrevocable se hará efectiva a partir del primero de abril mientras los integrantes de la nueva junta directiva proceden al nombramiento de un experto en finanzas para establecer acuerdos de pagos e incorporar estrategias para obtener dividendos.
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“En 30 años de vida jurídica no han reportado un superávit, al contrario, los recursos solo alcanzan para el funcionamiento, enfrentar el pasivo contingente y pagar el suministro de material para ejecutar obras encaminadas a lograr la homologación a nivel nacional”, indicó el accionista Said Martínez Amaya, quien propone un vuelco al manejo de los recursos.