Los motores de aquellos vehículos todoterreno diseñados para desafiar la escarpada topografía durante la Segunda Guerra Mundial aún rugen en las cordilleras colombianas para agilizar el transporte en el sector agropecuario.
Los famosos Jeep Willys, de fabricación norteamericana, cuyas piezas eran llevadas en cajas para facilitar el ensamblaje a los campos de batalla en Europa, hacen viable el progreso y desarrollo en el Catatumbo.
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En el retrovisor de la historia aparece que terminado el conflicto armado y debido al engranaje excepcional, relación cilindrada-torque, la distribución de las relaciones en la caja de cambios, la tracción en sus 4 ruedas, y su simplicidad estética y mecánica se propagó en el continente americano.
Por su sistema de frenos, emisión de gases, inyección, carburador entre otras ventajas se popularizó en la década de los 50. “No lo vendo ni por toda la plata del mundo, es la herencia que le dejo a mis dos hijos quienes le hacen el mantenimiento todos los años. Es de colección pues casi el 90 por ciento es original. Está bien de pintura y luces. Lo recibí a cambio de un negocio con una persona del Eje Cafetero que lo utilizaba para la carga”, dice el abogado Elio Fernando Carrascal Camacho, quien conserva un modelo 54 y lo cuida como una reliquia.
En efecto. Todavía conserva el chasis, motor, la caja de cambios, los frenos, los ejes y la carrocería. “En la dirección se hicieron algunas modificaciones ya que la anterior era muy dura. Está bien de latas y luces. Estamos gestionando las placas azules que lo certifican como un auto clásico para exhibición”, asegura.
Resalta las bondades del automotor 4x4 con mucha fuerza para escalar montañas cargado de productos.
Prenden motores en la provincia
Veteranos indican que en la década de los 50 llegaron muchos vehículos de esa clase con fines militares y el transporte de carga en las parcelas de la provincia de Ocaña.
El primer modelo del Willys es el M-38, conocido en Colombia como ‘Minguerra’, ideal para avanzar por los caminos más agrestes cargando dos o tres soldados en la cabina. El Ministerio de Guerra en Colombia importó las primeras unidades, que luego fueron adquiridas por pudientes cafeteros.
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En sus inicios se encontraban 55 Willys, que mantenían sus vehículos brillantes e impecables, transportaban personas, alimentos, bultos y encargos hacia el Catatumbo. Actualmente quedan 23 automotores todoterreno versátiles, ágiles y resistentes.
Ocaña llegó a tener un parque automotor en la plaza de mercado de medio centenar y paulatinamente los dueños los han vendido para adquirir otra marca. “Los grandes coleccionistas se enamoran del vehículo y me ofrecen entre $50 a $80 millones, pero no lo vendo porque todos los días me levanto a las 4:00 de la madrugada, me traslado hacia la plaza de mercado para ganarme el sustento”, afirma conductor Jorge Carrascal, quien lleva 50 años montado en el mismo Jeep.
El primer carro llega a Ocaña
El primer carro fue transportado en un guacal por el río Grande de La Magdalena hasta Gamarra, sur del departamento del Cesar y luego por partes a lomo de mula atravesando la cordillera para armarlo en Ocaña.
Juan Toscano, de origen italiano es el protagonista de esa hazaña en 1915, quien trajo un Ford T14 para ponerlo al servicio de los habitantes de la región, indicó su nieto Josiph Toscano.
Recordar es vivir
Aquellos recuerdos de épocas pasadas van sobre ruedas durante los actos culturales de la celebración de los 453 años de existencia de la Hidalga Villa de Caro. En aras de conservar la memoria histórica se organiza para este domingo la caravana para que los coterráneos muestren los autos antiguos y clásicos conservados en esta zona del país.
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Todos los estilos, gamas y colores llaman poderosamente la atención en la retina de propios y visitantes durante el desfile que inicia en la carretera central pasando por la zona histórica, llegando a la plaza de ferias y terminando en el parque principal 29 de Mayo, informó el presidente del Club colombiano de autos antiguos, capítulo Ocaña, Javier Ortiz Navarro.
Los propietarios de 80 automóviles clásicos y antiguos muestran al mundo cómo los diseños de toda gama de automotores han pasado por las principales calles del municipio transportando grandes historias.
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