En medio del pico más alto de la pandemia y cuando se ha declarado la alerta roja por el elevado número de contagios, estalla la crisis en el Hospital Emiro Quintero Cañizares de Ocaña con la renuncia de algunos especialistas.
Existe el malestar generalizado entre los profesionales de la salud por el maltrato dado durante la interventoría de la Superintendencia Nacional de Salud, lo que agrava la situación de emergencia.
De acuerdo con el cronograma fijado luego de los 87 hallazgos de inconsistencias, ese proceso finalizó ayer, 11 de mayo, y se debe entregar la Empresa Social del Estado al gobierno departamental.
El presidente del Sindicato de Trabajadores Hospitalarios, ANTHOC Norte de Santander, Arístides Hernández Duarte, califica como delicada la problemática e indica que la mesa de las centrales obreras del departamento exigen al gobernador, Silvano Serrano, en el pliego de peticiones, la imperiosa necesidad de la devolución del hospital de Ocaña y denuncia ante la Procuraduría General de la Nación presuntas irregularidades cometidas por el agente interventor, médico cirujano Yamil Roberto Blel Cervantes.
Considera como “peor el remedio que la misma enfermedad” en el centro asistencial donde se denuncia el despido masivo de los trabajadores ante la supuesta mirada complaciente de los miembros del sindicato de Ocaña quienes presuntamente recibirían beneficios especiales.
“Espero que cuando despierten, no sea demasiado tarde y solo dejen el cascarón porque esa gente encontró la gallinita de los huevos de oro y no quieren soltar las riendas”, detalló Hernández.
Afirmó que, “el hueco será bastante grande, ya que la interventoría le cuesta al hospital 300 millones de pesos mensuales, el agente Blel Cervantes se lleva 37 millones de pesos en honorarios y la ‘corte celestial’, entre la que se encuentra la subdirectora científica, se disputa el resto de los recursos. No es justo que eso ocurra con Ocaña en donde las fuerzas vivas y organismos de control no actúan. Cómo no se van a amañar con esos sueldos exorbitantes, un clima paradisíaco, viviendo en un hotel a todo taco y buenas compañías”, agregó Hernández.
La Opinión intentó obtener una respuesta por parte del agente interventor, pero desde la jefatura de prensa indicaron que están haciendo las consultas pertinentes para emitir un comunicado.