Hablan los destechados
Debido al déficit habitacional de los últimos años con la carencia de programas de viviendas de interés social, los padres de familia se ven obligados a levantar las estructuras en zonas de alto riesgo sin prever el peligro.
“Después de tanto esfuerzo por tener un lugar donde vivir, viene el invierno y nos quita esos sueños. Ahora esperamos la ayuda humanitaria, ya que las paredes fueron demolidas”, manifiesta Alberto Rangel.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) advirtió en varias ocasiones, y la administración declaró la urgencia manifiesta para mitigar la emergencia.
La señora Ubaldina Arévalo indica que la pesadilla comenzó el 16 de octubre cuando se percataron de las grietas en las paredes de las viviendas debido a la remoción de tierra en lugares cercanos.
Censura la pasividad de la oficina de Planeación y Gestión del Riesgo para mitigar esa problemática presentada en los sectores periféricos.
Viven incertidumbre total pues no reciben respuesta alguna por parte de los responsables de cumplir esa misión. “Se anunció la visita de un geólogo para determinar las causas de la falla. Se adelantó un estudio sobre las filtraciones de agua y los problemas sanitarios, pero no sabemos la decisión tomada”, dijo Arévalo.