Lo que parecía ser un simple trámite para recoger su pasaporte y cumplir con una orden de salida voluntaria terminó convirtiéndose en una experiencia angustiante para Sáymar Guerrero, una joven migrante venezolana en Estados Unidos. Guerrero acudió a una oficina de inmigración con la expectativa de recibir su documento y poder regresar a su país de manera legal. Sin embargo, en lugar de entregarle su pasaporte, las autoridades le colocaron un grillete electrónico en el tobillo y la amenazaron con detenerla si no aceptaba la medida, a pesar de que tenía a su bebé en brazos.

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El caso ha generado indignación en redes sociales, donde la joven ha compartido su testimonio a través de videos publicados en TikTok. Según su relato, ella contaba con una orden de salida voluntaria emitida por un juez, pero fue tratada como si hubiese cometido un delito. “Me dijeron que si no aceptaba el grillete, me dejarían detenida. Yo estaba con mi hijo en brazos, explicándoles que él depende completamente de mí”, afirmó Guerrero en uno de sus videos.

Restricciones y el difícil retorno a Venezuela

A pesar de su intención de regresar a su país cumpliendo con los procedimientos legales, Guerrero ahora enfrenta nuevos obstáculos. Las restricciones políticas y la falta de vuelos directos hacia Venezuela la han obligado a buscar rutas alternas, como escalas en Colombia. En medio de esta incertidumbre, ha solicitado apoyo público al activista Carlos Eduardo Espina, conocido por su defensa de los derechos de los migrantes latinos en Estados Unidos.

Su historia ha cobrado gran relevancia debido al incremento en las deportaciones de ciudadanos venezolanos desde la llegada del expresidente Donald Trump a su segundo mandato en enero de 2025. 

De acuerdo con cifras recientes, al menos 918 venezolanos han sido deportados en los últimos meses, en medio de un endurecimiento de las políticas migratorias que ha sido criticado por defensores de derechos humanos. La imposición de grilletes electrónicos a migrantes, incluso a madres con hijos pequeños, ha sido señalada como una medida desproporcionada.

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Por su parte, la administración Trump argumenta que estas decisiones responden a razones de seguridad nacional y control fronterizo. Sin embargo, casos como el de Sáymar Guerrero exponen una realidad mucho más compleja, en la que migrantes que buscan cumplir con la ley terminan siendo sometidos a medidas que rozan la criminalización. Hasta el momento, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) no ha emitido declaraciones oficiales sobre el caso.

El video de la joven ha superado el millón de visualizaciones en TikTok, con más de 36 mil compartidos y 17 mil comentarios, convirtiéndose en símbolo de una nueva ola de indignación ante los desafíos que enfrentan los migrantes latinoamericanos, incluso cuando intentan regresar a sus países de manera ordenada.

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