Marshall Billingslea, exfuncionario del Tesoro en el gobierno de Donald Trump y exjefe de operaciones especiales de George W. Bush tras el 11-S, reveló detalles sobre un supuesto búnker en el que se refugiaría Nicolás Maduro junto a la cúpula chavista.
De acuerdo con la información compartida, la estructura tendría más de cinco niveles subterráneos, estaría ubicada a más de 40 metros de profundidad y abarcaría 15.000 metros cuadrados.
El complejo estaría dotado de una sala de llegadas presidenciales, espacios de descanso con sistemas de videoconferencia, centro de operaciones, gimnasio, refrigeración, cocina capaz de abastecer a 150 personas durante cuatro meses, oxígeno para 25 días y seguridad a cargo de personal cubano. Además, contaría con una conexión directa al hangar presidencial.
El sitio señalado estaría en la Rampa 4 del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, en Maiquetía, con coordenadas exactas 10.597247, -66.992114. Allí, según los reportes, se encontrarían Maduro, Diosdado Cabello y otros altos dirigentes chavistas.
En cuanto a un posible ataque, se resalta que el único avión estadounidense capaz de atravesar un búnker de estas características es el B-2 Spirit, uno de los bombarderos furtivos más avanzados del mundo. Diseñado por Northrop Grumman, este avión es considerado pieza clave del arsenal estratégico de EE. UU. por su capacidad de infiltrarse en defensas aéreas sofisticadas y ejecutar ataques de precisión contra objetivos altamente protegidos.
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Congresistas de EE.UU. lanzan advertencias
A esta revelación se sumaron las advertencias del congresista republicano Mario Díaz-Balart, quien lanzó un fuerte mensaje contra Maduro en medio de la creciente presión de Washington sobre el Cartel de los Soles.
En entrevista con el periodista cubano Mario Pentón, Díaz-Balart señaló que al mandatario venezolano solo le quedan tres caminos: “irse del poder, terminar sus días en prisión como Manuel Noriega o correr la misma suerte que Qasem Soleimani, el comandante iraní abatido en 2020 por un ataque con drones de Estados Unidos”.
El legislador aseguró que el despliegue militar estadounidense en aguas cercanas al Caribe “no es un espectáculo ni un show”, sino una operación seria que marcará un endurecimiento en las medidas contra Caracas. “Lo que hemos visto hasta ahora es apenas el comienzo. En las próximas semanas y meses vendrán acciones mucho más fuertes, y Maduro tiene razones suficientes para estar muy preocupado”, advirtió.
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