“Las oportunidades se buscan, a mí me decían que perdía el tiempo yendo a todo eso, pero todo dio frutos y seguimos en el proceso”, contó Abdul Latif Muhamad Hernández, un venezolano de ascendencia árabe y colombiana que logró fortalecer su emprendimiento a lo largo de los años, con una idea nueva y sostenible, como lo fue la repostería saludable.
Cuando Abdul llegó a Colombia junto con su esposa y sus dos hijas, esperaba encontrar nuevas oportunidades que le permitieran superar la crisis económica en la que se encontraba en su país, en donde se graduó como administrador, se dedicó durante dos años al mantenimiento y extracción de grasa para cocinas en restaurantes de cadena.
En Caracas, su ciudad natal, también comenzaron el arte de la repostería tradicional, lo cual quisieron replicar en su llegada a Colombia, idea que no fue muy bien recibida con la llegada de la pandemia, puesto que como él lo explica, “las personas buscaban algo diferente, se les iba a vender y decían no que soy diabético, tengo hígado graso, entonces había que reinventarnos”.
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Ese fue el impulso que necesitaron él y su esposa para pensarse una nueva forma de hacer repostería, una de la que también pudieran disfrutar aquellas personas que buscan opciones más saludables que aporten mayores beneficios a sus vidas, generando una idea de emprendimiento diferente, sostenible y llena de esfuerzos.
Gracias a su gallardía, proactividad y perseverancia, la idea se convirtió en una realidad y ha podido participar en diferentes eventos, ferias y convocatorias que han sido fructíferas para el negocio que hoy sigue creciendo y que se proyecta como una apuesta innovadora para el comercio cucuteño.
“Norte de Santander es una tierra llena de riqueza, de mucha cultura y sobre todo llena de muchas oportunidades y bendiciones para quienes empiezan una nueva vida en estas tierras", considera este migrante, que considera se debe salir de vez en cuando de la zona de confort para comenzar a cultivar el éxito, puesto que la participación activa y la constancia son factores claves para luego cosechar los frutos de lo sembrado.
Abdul se considera un hombre de dios, decidido a agradecer y compartir todas las bendiciones que manifiesta se le han concedido, por lo que también ha realizado obras comunitarias en pro de los menos favorecidos, preparando alimentos y repartiéndolo a las personas que habitan de manera permanente las calles y/o se encuentran en condición de indigencia.
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Actualmente, su emprendimiento de repostería “Jardín de Sabores”, sigue creciendo y buscando nuevas oportunidades de ampliarse y llegar a más personas que han decidido cambiar sus hábitos alimenticios de manera positiva, entendiendo que es un factor fundamental en el cuidado de la salud.
Hasta el momento, junto con su esposa, continúan capacitándose para ofrecer cada vez un mejor servicio, lo cual también recomienda a sus amigos y cercanos, puesto que tal como lo menciona, siempre hay que salir a buscar las oportunidades y no flaquear.
“Tengan esperanza, prepárense, capacítense. Las crisis no son para morir, sino para generar oportunidades y Colombia es un país lleno de oportunidades, aprovechen esta oportunidad que se nos da, sé que hay algunos que pisan en falso porque no investigan, por eso les digo indaguen, no se queden con la duda”, contó.
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