Es común encontrar sorpresas e innovaciones a lo largo de la bien cimentada carrera artística de Silvestre Dangond, caracterizándose por incluir ritmos diferentes que han logrado enriquecer la música de acordeón y llevarla a otro nivel. Su propuesta definitivamente, tiene corte internacional.
De la misma manera, las colaboraciones del artista de Urumita siempre tienen un cariz especial, porque si bien actúa con lo más representativo de su género, también ha compartido letras con estrellas de otras latitudes, haciendo que esos temas se eternicen en el gusto general.
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Ahora el turno llegó a lo cercano que Dangond puede tener, su hijo Silvestre José, conocido por compartir desde pequeño el escenario con él, robándose el show en interpretación, baile y personalidad, porque de esto último ha dado cuenta “El Monaco”, nombre que ostenta y que a la postre es su rótulo artístico.
El segundo de los vástagos del cantante vallenato ya había lanzado su carrera a finales del año pasado, su inclinación por los ritmos urbanos le ha abierto camino en el mundo del reggaetón, sin embargo ahora se le mide a esta propuesta y con afinación y soltura, muestra que tiene casta para continuar en el nada fácil mundo de la música.
La promoción se ha cumplido para dar a conocer este tema que llena de orgullo a Silvestre Dangond, quien desde Valledupar se preparó para el lanzamiento de “No tenemos la culpa”, que hará parte de su próximo álbum de estudio.
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Silvestre se renueva
El cantante se muestra agradecido con la vida por ponerlo a disfrutar al lado de su hijo, quien comienza su adolescencia de la mejor manera, reafirmando su amor por la música y compartiendo una situación que, si bien sabía en algún momento iba a llegar, no pensó que sería tan rápido.
Recuerda que su inquietud musical también empezó a temprana edad. A los trece años grabó su primera canción para un casting de “Los Pelaos”, después a los 17 años hizo otra grabación para presentarle a Sony Music y más adelante volvió a aventurarse en el estudio mientras tocaba puertas. Ahora, con las herramientas que tiene, apoya a Silvestre José, quien valora todo lo que se está haciendo a favor de su naciente carrera.
“No tenemos la culpa” es una canción muy especial para padre e hijo, se trata de una fusión de ritmos que une los dos mundos de estos artistas. “Comienza en son vallenato, después se abre un poquito y termina siendo urbana, esa parte la escribió el Monaco, y me siento complacido al verlo cómo toma decisiones, al elegir lo que quiere, de lo contrario sería perder el tiempo”, aclara Silvestre.
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El urumitero se declara muy liberal en la música, cree que no puede tener un formato preestablecido y menos un libreto, además, es consecuente en su ideal al indicar que las nuevas generaciones tienen que expresarse a su manera, por eso también considera que si su hijo cambia de opinión y en algún momento quiere decantarse por otro género, igual va a tener su apoyo.
“Silvestre José tiene mucha tela por contar y tiempo para pensar, con 15 años aún le faltan tres para ser mayor de edad y tomar más decisiones en las que yo tengo que estar más como guía, porque no voy a imponerle un destino. Este espacio le va a ayudar para madurar, aunque ya es un chico maduro”, indica.
Al momento de grabar la canción, el chico tuvo la mejor disposición, según comenta su padre, se sintió cómodo en el proceso y esperaba indicaciones, algo que le suma, porque como aclara Silvestre, es buen indicio en la actualidad cuando los jóvenes “quieren caminar antes de aprender a gatear”.
“No tenemos la culpa” se grabó en Miami, en los estudios de Andrés Castro, quien también es el productor, y Silvestre por ahora no habla de nueva unión con su hijo, espera disfrutar este lanzamiento y más adelante, si el Monaco desea retornarle la invitación, gustoso la aceptaría.
Silvestre disfruta cada acontecimiento en su vida y advierte que el público también es artífice de su éxito, porque su apoyo ha sido fundamental para que sus hijos suban a las tarimas y hagan parte del show. “José Silvestre, el menor, grabó el video de “El pechichón” conmigo, y últimamente se sube al escenario y canta, involucrándose con mis seguidores, quienes le dan su apoyo y eso es un buen punto de partida”, agrega.
El arte es en buena medida una atmósfera que rodea el hogar Dangond, entonces no es difícil que los tres hijos sientan atracción por desarrollar algún talento, es por eso que ya ha podido identificar que el menor se inclina por el vallenato, mientras que el mayor se deja llevar más por la actuación, y obviamente Silvestre José ya afianza su proyecto de vida.
“Las locuras mías” es un álbum que sigue marcando, el vallenato fiel se volvió a escuchar allí, sin embargo, su autor aclara que la próxima producción, de la cual “No tenemos la culpa” hace parte, vendrá combinada con otros ritmos, colaboraciones con artistas y desde ya lo define como totalmente opuesto a lo hecho en su carrera.
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