¿Comprobó que la música romántica aún llega a los corazones, que no ha muerto?
Claro que sí, la música une y sana el alma. Las bonitas letras que enamoran y engrandecen nuestros corazones no deben morir y es un deber de nosotros los artistas dejar ese legado a las futuras generaciones, la buena música transciende en el tiempo y en mi género que es el popular -regional con matices de fusión es mi cometido y en eso es en lo que estamos trabajando.
¿Paul o Pol?
Siempre me han conocido y llamado como Pol; aunque en la escritura siempre fue Paul, pero si de ahora en adelante es Pol (Esperemos nos traiga mucha felicidad y sea un amuleto de reconocimiento).
¿Qué viene ahora para Paul?
Mucha música, seguir trabajando en mi carrera como artista, esto no para acá. Cuento con la fortuna de tener y trabajar con un equipo de cucuteños y un boyacense que ya es cucuteño de corazón; muy talentosos y reconocidos en lo creativo, musical y con el cual estamos trabajando fuertemente en cada detalle de lo que se viene: letras, composiciones y melodías muy fuertes para impactar en la nueva revolución del género popular.
¿Se quedará viviendo en Colombia?
Por el momento sí. Colombia es un país hermoso lleno de talento y de grandes oportunidades y es el momento de trascender y llevar la música que hacemos a cada rincón y si el destino nos sonríe bonito y nos lleva por un buen andar, llevar la música colombiana a otros países.
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¿Qué mensaje le da a los jóvenes que vienen luchando para tener su sello en esta industria?
Que todos los sueños se cumplen, que hay que tener amor por este arte, constancia, lucha y sacrificio y lo más importante ser honestos musicalmente con el mensaje que masificamos y dejamos en cada una de las personas que nos escuchan y nos ven; la música devuelve lo que uno con compromiso la construye.
¿Se acerca diciembre ¿Cómo celebrará la Navidad? y qué le pedirá al Niño Dios?
Trabajando mucho en todo lo que se viene de aquí en adelante, claramente sacando un espacio para los seres queridos, mi familia y todos los que me rodean; y al Niño Dios le pido mucha humildad, fortaleza y resiliencia conmigo y para todas las personas que necesitan una luz y un esperanza en su vida.
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