Aunque el vídeo ya fue eliminado de YouTube, en redes sociales se pueden ver apartes donde Montañez y Galván, hablan del tema sin sonrojo.
Pero el asunto va más allá de la anécdota y deja, sobre todo, preguntas por responder... ¿Por qué su amigo tiene una sustancia de ese tipo? ¿Qué sustancia es? ¿Por qué se la ofrece así sin más? ¿Qué más ha hecho con ese tipo de sustancias que pueden dejar a alguien en estado de indefensión?
La polémica en redes no se hizo esperar, porque para casi nadie más el asunto resultó gracioso, pues el cuento tiene más de delito que de chiste y suscitó un montón de criticas, pero también de reflexiones.
Y después de todos los mensajes que recibieron, Montañez y su pareja hicieron un vídeo para disculparse y ella lo publicó en su cuenta de Facebook. Dijeron, entre otras cosas, que asumían que era su culpa por hablar de esos temas en un pódcast, que eso que contaron no era real, que se dejaron llevar por las emociones y que si eso hubiera sido verdad no se hubieran casado, que fue que no supieron manejar la situación y que están arrepentidos de haberlo hecho.
“La verdad es la culpa de nosotros por ponernos a hablar de temas tan delicados porque yo entiendo, hay personas que de verdad han pasado por situaciones así, como violación, abusos, muchísimas cosas y prácticamente están pensando que yo lo tomé como una burla o como un chiste y eso no es un chiste. Y la verdad en ese momento nosotros no lo vimos así, no vimos el problema”, dijo Montañez.
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Pero justamente ese es el problema, no ver el problema. Esa incapacidad de ver lo malo en lo malo que hacemos, como dijo alguna vez en un conversatorio el escritor Gilmer Mesa.
Si es mentira o no, no se sabe ni se sabrá. Ellos lo contaron entre risas y ahora lo niegan. Pero lo que queda en evidencia es lo que la gente está dispuesta a hacer por conseguir lo que quiere, porque si le dio una sustancia a su esposo para que perdiera el conocimiento y abusar de él está mal, así como también está mal que se lo hayan inventado en una entrevista porque se dejaron llevar por las emociones.
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