La voz principal del grupo ‘Los Serranitos’, Humberto Villamizar, es de Sardinata y ha viajado a países como Venezuela, Ecuador, Chile, Perú y Uruguay, con su música campesina vestida de corbatín.
El nacimiento de la organización musical se remonta a 1988 cuando el visionario joven Luis Alberto Mantilla decidió crear un sonido distinto para el público de pueblo, de montaña.
Tenía esas ansias de brindar un nuevo concepto y estilo para poner a bailar a la gente del campo. Entonces ideó fusionar la música popular carranguera colombiana y el género tradicional de los Andes venezolanos. De ahí nació la música de la Sierra o Sureña, como se conoce, pero incluyendo instrumentos diferentes como el cuatro venezolano y la guitarra española con cuerdas de Nylon.
Bajo esta concepción nace, el 17 de abril, en El Vigía, estado Mérida de Venezuela, con el respaldo del sello discográfico y casa productora ‘Súper Tamarindo’ la agrupación ‘Los Serranitos’.
Le puede interesar:Shakira cantará la canción oficial de la Copa América 2024
Es decir, hace 36 años, empezaron a grabar las primeras canciones (versión estudio) en la voz del desaparecido intérprete Ángel Villamizar, conocido como ‘El cancionero del pueblo’, de Sardinata, Norte de Santander, y había emigrado a Venezuela en busca de darle un giro a su vida como artista.
Debido a su talento inconfundible, tanto en la interpretación de las canciones como en la ejecución de la guitarra y autoría de las letras logra inmortalizar temas como ‘El sombrerito’, ‘Hermosa luna’, ‘Nos quedamos sin nada’, ‘Se fue mi novia’, ‘El bolivita’, ‘Omaira’, ‘Bebiendo ron’, ‘Amor con garabato’, ‘El cucarachero’, que traspasaron fronteras y se convirtieron en éxitos en Ecuador, Chile, Perú, Uruguay, Panamá, Brasil, México y Colombia.
En la década de los 90 ‘Los Serranitos’ ganaron fama y su música parrandera campesina se escuchaba, de manera reiterada, en la radio.
Aprovechando el auge de la agrupación, Ángel Villamizar, se inspiró escribiendo una canción de corte romántico que hablaba de desamor, pero sin perder la esencia, el swing, el sabor, que los identificaba con el campesino. La bautizó ‘Si tu regresaras’ y con el pasar del tiempo adoptó el nombre de ‘Aquella noche’.