En una entrevista exclusiva para La Opinión, la talentosa cantante, presentadora y actriz vallecaucana, Adriana Bottina reveló emocionantes detalles sobre su esperado regreso a la música.
Con una carrera artística que ha cautivado a audiencias de todas las edades, Bottina se ha consolidado como una figura icónica en el panorama de la música popular en Colombia.
Desde sus inicios en el mundo del espectáculo, Adriana Bottina dejó claro que estaba destinada a brillar. Su voz única y versatilidad artística la llevaron a protagonizar papeles memorables en la televisión como ‘Nadie es eterno en el mundo’, mientras su innegable carisma la posicionaba como una querida presentadora en programas de gran audiencia. Sin embargo, fue su incursión en la música lo que la catapultó a la fama y conquistó corazones alrededor del país.
Después de un período en el que decidió alejarse de los reflectores para dedicarse a ser madre, Adriana vuelve a la escena musical con una energía renovada y una propuesta artística que promete sorprender y emocionar a sus seguidores de siempre, así como a nuevas generaciones de amantes de la música.
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En un mundo que ha experimentado transformaciones aceleradas en la industria musical, la cantante demuestra que su talento perdura y se adapta a los desafíos contemporáneos.
En la entrevista, la artista de 46 años compartió detalles íntimos sobre su proceso creativo, las inspiraciones detrás de su nueva música y las emociones que la impulsaron a retomar su pasión por el canto.
¿Cómo se siente al regresar a la escena musical después de un período de receso y dedicación a su rol como madre?
No estaba tan retirada. Yo empecé en la música popular hace más de 15 años con ‘Nadie es eterno en el mundo’, pero uno va creciendo y los hijos van llegando, llegó mi hija Manuela, que ya tiene 13 años, me dediqué a ser mamá, a otras cosas y no subí más canciones, ni videos nuevos, entonces pareciera que uno no está. Pero si hice teatro musical y también participe en ‘Mujeres a la plancha’.
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Hace dos años estoy lanzando música nuevamente, y eso es una bolita que va creciendo. Ya me gané mi primer premio en esta nueva etapa. Vamos creciendo poquito a poquito nuevamente.
Respecto a eso, ganó el premio a Mejor Artista de Música Popular en los premios Vive Nuestra Música, ¿Qué significa este reconocimiento y cómo influye en su carrera en este momento?
Es un reconocimiento muy grande. Yo me sorprendí, no venia mentalizada para nada, solo a pasarla bueno, cantar mis dos canciones y promocionar mi música nueva.
Me hace muy feliz porque siento que estoy haciendo una buena tarea. Es un premio que si bien es local, es un galardón importante para mí, porque es el primero de mi nueva etapa. Se va a volver inolvidable.
Ha incursionado en la música, la actuación, la presentación y la locución; ¿Cómo equilibra todas estas facetas en su vida profesional?
No hago tanto. He hecho (risas). Lo que pasa es que ya estoy grande y he pasado por muchas cosas, pero mi esencia es ser cantante y escribir mis canciones.
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Cuando llegué a Bogotá yo empecé a hacer música para televisión y alguien me dijo: “ya que estas en la música ¿no te gustaría actuar?”, y ahí se me abrió todo un panorama en la televisión.
Cuando llegó ‘Nadie es eterno en el mundo’, yo ya llevaba 15 años actuando, con esa producción también me metí de lleno en la música popular, porque yo cantaba pop.
La música popular es mi ADN, el resto ha sido la Adriana emprendedora y arriesgada que hacia locución, jingles para Coca-Cola y Comcel y todo lo que era iniciativas y exploración de cosas nuevas.
En algún momento dijo que no tiene intenciones de regresar a la televisión en este momento, pero que podría considerarlo, ¿qué condiciones tendría en cuenta para volver?
‘Nadie es eterno en el mundo’ reunió unas condiciones que eran cantar, actuar y bailar, eso es lo que más me ha gustado en la vida. Yo no sé si eso se repita.
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Tiene que ser un proyecto similar y me gustaría que fuera con mis canciones. No sé si sea tan fácil, pero solo así volvería a las pantallas.
Participó en el programa de telerrealidad 'Tu cara me suena', ¿Cuál fue el personaje que más le costó?
El de Celia Cruz se me dificultó bastante, porque estaba embarazada y yo no sabía.
Para la personificación me ponían colchones por todos los lados, prótesis en la cara, látex y yo me sentía ahogada. Además sacar ese vozarrón fue dificilísimo, de hecho me fue pésimo con esa representación.
A pesar de los cambios en la industria musical, ¿cómo logró superar sus temores e inseguridades al volver a la música?
Uno de los temores que he ido venciendo es como entender la música popular del momento.
Yo no he parado de cantar, he hecho shows tanto de mariachi, como de popular y también los he fusionado. Pero a la hora de lanzar música no se trata de cuanto puedes cantar y cuanto puedes defender un show.
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Se trata es que sin que te vean, sin que bailes y sin que a punta de carisma te ganes algo, solo con lo que la gente oye, te ganes un público.
Sabemos que ha estado colaborando con el productor Georgy Parra y con Iván Calderón en sus canciones, ¿cómo ha sido trabajar con ellos y qué elementos aportan a su música?
Georgy indiscutiblemente el sonido, tiene un sonido muy claro, muy colombiano. Porque a mí me gusta mucho lo mexicano, lo norteño, lo regional, entonces cuando yo voy a vaciar mi sonoridad lo que me encontré con esta primera canción que hice (Caprichito) fue un sonido muy norteño, yo guié al productor del momento y la canción se nos fue totalmente tequilera.
Cuando lo fui a exponer, me di cuenta que no estaba la identidad colombiana. Era mucho tequila y poco aguardiente (risas). Cuando llegué donde Georgy me dio ese sonido que necesitaba.
Y con Iván buscamos una nueva propuesta dentro de lo colombiano, pero innovando y proponiendo, para no hacer lo que hace todo el mundo.
Me gusta la nueva ola de la música popular, pero mezclada con la clásica, porque también soy hija musical de Darío Gómez.
¿Puede compartir más detalles sobre su participación en 'Mujeres a la plancha' y cómo se diferencia esta experiencia de otras presentaciones que ha tenido?
Fue un proyecto muy bonito. Yo sé que la gente lo toma desde lo que oye, que es la música de las abuelas, las tías y las mamás, pero yo lo viví desde el lado de mi ‘combito’, desde la camaradería del camerino, eso fue una experiencia muy bonita. Siempre lo he dicho donde hay un camerino hay un show.
Aun y con todas las facetas que ha explorado, ¿Qué otra cosa le hubiera gustado hacer?
Yo soy feliz con todo lo que hago y lo que soy. Pero si yo no fuera esto, seria pintora. Me gusta el arte y ahí se me va el tiempo.
En una época lo hacía, ahorita no me queda tiempo, aunque es otro mundo.
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Cantar es totalmente sanguíneo, vibrante y hacia afuera, pintar es todo lo contrario, es un proceso interno, no tiene que ver ni con saludar.
No sé como dentro de mi personalidad entra una cosa con la otra, porque yo en escenario soy muy abierta, yo me podría tirar al piso si me dan papaya, pero en lo personal soy esa pintura, calmada, callada y en paz.
¿Cómo fue la experiencia con la enfermedad de su padre? ¿Cómo sobrellevó este difícil momento?
El murió cuando yo tenía 18 años y yo lamento mucho que haya sido en esa etapa, que era cuando más lo necesitaba.
Sin embargo, lo más doloroso fue después, el duelo, porque yo no sabía lo mucho que iba a extrañar a mi papá. Cuando él se va (muere) yo me voy a vivir a Bogotá, ahí fue donde sentí una orfandad, porque no tenía a quien decirle “venga no comí”, “no tengo un colchón donde dormir”, yo me sentía tan abandonada.
Yo no tenía nada, por eso resulté, presentadora, cantante, actriz, locutora y hasta vendí libros, pero todo ayuda para bien, porque ahí fue donde me di cuenta que no estaba sola y que si tenía un papá que era Dios, y él me dio la mano y me sacó de esa parte difícil de mi vida donde vivía sin agua, sin luz, sin teléfono y me robaba canequitas de agua para bañarme y lavar la taza del baño, de ahí salí a mi primera novela musical.
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