Las primeras pesquisas del homicidio que ocurrió el miércoles, en la avenida 7 con calle 2, del barrio El Callejón, girarían entorno a una extorsión que la víctima habría denunciado y por la que, presuntamente, recibió amenazas.

Las autoridades ya habrían establecido que Ramón Antonio Rodríguez Sanguino, quien era un comerciante de ese sector céntrico de Cúcuta y el papá de un policía, vendría siendo presionado por una banda criminal que controla las ventas de drogas, extorsiones y explotación sexual en esa zona.

Fuentes extraoficiales señalaron que Rodríguez Sanguino estaría siendo extorsionado por la organización criminal ‘Los AK47’, que le estaría exigiendo dinero para dejarlo trabajar en su local.

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Pero la víctima recientemente, habría sido uno de los valientes comerciantes que a pesar de estar en medio del imperio del terror de ‘Los AK47’, habría denunciado. Las autoridades tenían conocimiento de la situación y aparentemente, no hicieron nada para evitar su muerte.

Tiempo después de la denuncia, según se conoció, algunos integrantes de esa estructura criminal habrían visitado a Ramón Rodríguez para que quitara la denuncia, pero como no lo hacía, lo habrían amenazado, y tristemente, lo mataron la tarde del miércoles.

La historia de ‘Los AK47’

‘Los AK47’ es una estructura criminal que estaría atormentando a los comerciantes de ese sector de Cúcuta, además, comercializan estupefacientes y controlan la explotación sexual.

Durante el 2023, esa banda delincuencial se dedicó a manchar con sangre las calles del centro y los barrios aledaños.

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El hecho

A las 2:45 de la tarde, del miércoles, en medio de la concurrida y congestionada avenida 7 con calle 2, la detonación de al menos cuatro disparos paralizó el tránsito de las busetas, buses y demás vehículos que iban por ahí, además, los peatones que se encontraban en esa zona, trataron de esconderse, pero luego de unos minutos fueron a ver qué había pasado, encontrando a un hombre tendido en el piso, agonizante.

La víctima, quien fue asesinada de cuatro balazos fue Ramón Antonio Rodríguez Sanguino. Según testigos, el sicario sería un hombre que se desplazaba en una bicicleta.

Aunque Rodríguez Sanguino fue llevado en un taxi al Hospital Universitario Erasmo Meoz, falleció.

Algunas personas aseguraron que el homicida vestía un pantalón, un camibuzo y una gorra de color negro, además, tendría bigote.

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