“Eso era de esperarse” fueron las palabras que dijo Álvaro Sarmiento, ‘El Loco Álvaro’, cuando vio su casa, ubicada en la avenida 10 entre calles 13 y 14 del barrio El Contento, ser consumida por las llamas.
El incendio comenzó aproximadamente a las 11:00 de la noche del domingo, pero los vecinos solo lo notaron hasta que el humo comenzó a entrar en sus viviendas porque en su mayoría se encontraban dormidos.
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“Cuando salí a ver ya estaba el fuego tocando el techo de lo alto, nosotros asustados alertamos a las familias de las casas aledañas para que salieran por el riesgo de que también se consumieran las paredes. Por suerte Álvaro no estaba, llegó tiempo después, porque si no hubiera sido una tragedia”, dijo una vecina.
Al llegar los bomberos empezó la ardua labor de controlar las llamas y fue una tarea compleja especialmente por la cantidad de reciclaje que Álvaro tenía en su casa y que había acumulado durante años, pese a las quejas de los habitantes de El Contento.
“El tiene como la necesidad de acumular cualquier cosa que se encuentre en la calle, una silla o una vara de metal, y aunque habíamos recogido firmas para que no dejara su reciclaje en la calle, porque nos afectaban a todos, nunca lo dejó de hacer”, explicó la vecina.
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Era tanta la cantidad de varas, cajas de cartón, papeles, botellas y estructuras de madera que guardaba ‘El Loco Álvaro’ en su casa, que ya ni siquiera podía ingresar a ella y normalmente dormía frente a su vivienda o en ocasiones en otra calle de Cúcuta, por eso cuando el fuego penetró el interior, la labor de los bomberos se complicó.
Con dos máquinas apagafuegos, dos cisternas de apoyo, 20 hombres y seis horas de esfuerzo pudieron controlar la amenaza en su totalidad, sin embargo todo lo que se encontraba en esa casa fue reducido a cenizas y escombros.