La historia volvió a repetirse al interior de una vivienda en la calle 4N con avenida 2A del barrio El Oasis de Cúcuta. Una motocicleta paró frente al predio y disparó en repetidas ocasiones contra el hombre que habitaba allí, se trataba de Luis Eduardo Osorio Flórez.

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Fueron cinco los estruendos de bala que escucharon los vecinos sobre la 1:30 de la tarde del pasado sábado 26 de abril, dirigidos contra aquella vivienda que se sostiene sobre escombros, en su interior, el hombre de 35 años quedó herido de gravedad. La escena de terror en El Oasis se repetía, al igual que hace más de tres meses.

Una vez pasado el caos y fugados los responsables, la comunidad se acercó y se dieron cuenta de que Luis aún tenía vida, llamaron a la Policía, que de inmediato lo trasladó al puesto de salud de la Loma de Bolívar, a bordo de un taxi, según cuentan.

Por la seriedad de las heridas, lo remitieron al Hospital Erasmo Meoz, donde permanecía hasta el cierre de esta edición bajo pronóstico reservado.

El terror del barrio

Según comentó la comunidad, Osorio ha habitado en esa casa durante bastantes años. Sin embargo, ese tiempo se vio interrumpido por un intento de robo frustrado en diciembre de 2016, en el que Osorio fue detenido, y que sumado a antecedentes por hurto calificado y agravado, además de una sentencia en su contra, lo mandaron a la cárcel por más de 7 años.

El año pasado habría regresado a la libertad, pero, al parecer,  su misión fue hacerles la vida imposible a los vecinos quienes lo consideraban ‘el terror del barrio’. Agregaron que es un hombre que se mete en problemas con todos, no solo con la gente del barrio, y eso le ha generado bastantes problemas.

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“Él llega prácticamente todos los días golpeado, el viernes santo aquí vinieron a la casa y lo apedrearon. La otra vez unos muchachos en (el barrio) El Desierto, lo agarraron a golpes, llegó todo ensangrentado y hasta le manchó la pared a la vecina de adrede”, comentó una residente.

Y es que según dicen, desde que recobró la libertad, se ha vuelto muy agresivo, presuntamente, suele pedir agua y comidas a los vecinos y si no las recibe, los amenaza y ha llegado a incluso a romper ventanas. Denunciaron que es común que en la zona robe teléfonos con un arma blanca, para posteriormente vociferarlo a todo pulmón.

Una de las principales víctimas de Osorio es su propia sangre.

La casa

La vivienda donde atacaron a Osorio, ni siquiera le pertenece, según comentan, es propiedad de uno de sus primos, a quien habría sacado a la calle a punta de amenazas.

La situación se venía tornando peligrosa recientemente, pues en un terreno abierto al lado de la vivienda, Osorio habría provocado un incendio en la propiedad, que tuvo que ser apagado por Bomberos de Cúcuta.

Y más recientemente, habría incendiado una mesa con propiedades de su primo, apenas un par de días antes del incidente.

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Antecedente

Esta casa ya había sido testigo de un homicidio, en ese caso doble, el 11 de enero de este año, donde la dueña Odilia del Socorro Osorio, de 72 años, y tía de Luis, fue asesinada a disparos junto con ‘Betsy’, un miembro de la comunidad LGBTIQ+, identificado como Manuel Jesús Ramírez Albernia.

Aparentemente, desde ese entonces se tenía fichada la casa como un lugar de expendio de drogas, en la que personas compraban y hasta consumían allí dentro. Según se conoció, en ese caso, el hecho habría estado relacionado con los estupefacientes.

El móvil detrás del ataque contra Luis sigue siendo materia de investigación, algunos vecinos comentaron de una supuesta deuda que tendría con alguien por temas de drogas.

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