Para algunos familiares de Cristian Fernando Carrillo Orellana, quien fue asesinado a balazos, la noche del 18 de marzo, en el barrio Comuneros, este hecho acabó con múltiples sueños, dejó a una hija de menos de dos años huérfana y a sus seres queridos con dolor y pánico a la vez.
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Lo recuerdan como un joven trabajador, dedicado a su familia y preocupado por salir adelante en sus negocios, sin hacerle daño a nadie. Sin embargo, según los dolientes, él sí despertó envidia entre muchas personas que lo rodeaban.
Producto de esas envidias —aseguran— surgieron algunas amenazas, por lo que no se descarta que este sea el motivo del crimen.
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“Él vendía carros, motos y hasta celulares. También invirtió un dinero en eso de criptomonedas, pero no es cierto que él manejara dinero de otras personas, más bien él perdió una plata en eso”, aseguró un familiar de la víctima.
Según los dolientes, Cristian Carrillo era reconocido en el gremio del comercio de vehículos. Tan solo el año pasado alcanzó a tener cinco carros, incluida la camioneta marca Toyota Fortuner, de placas EHO-837.
Asimismo, desmintieron que la víctima haya tenido antecedentes por estafa, como se conoció inicialmente en el momento del crimen.
“Él tenía un estanco y una vez llegó un hombre borracho a golpearlo, a dañar el negocio y hasta intentó apuñalar a una mujer y él (Cristian Fernando) reaccionó y lo agredió, pero fue en defensa, por eso tuvo un problema por lesiones personales”, recordó uno de los allegados a la víctima.