Con la voz entrecortada, en medio de tristeza y resignación, una de las hijas de Wilmer Rodríguez Acosta recordó a su ser querido como un papá amoroso, trabajador y responsable por su familia. Paralelamente, con un tono elevado, exigió justicia, para que el responsable de su asesinato termine en la cárcel.
El fatal desenlace se dio la tarde del domingo, en la manzana 2 del barrio Claret, cuando Juan Fernando Gélvez Pérez, un suboficial pensionado de la Policía, llegó hasta este sector, donde un grupo de personas estaba tomando cerveza y jugando bolo campesino, para hacerle un reclamo a una de las mujeres, porque supuestamente le vendió cerveza a unos consumidores de drogas.
“El señor llegó ebrio a insultarme y trató de pegarme, reclamándome que ‘por qué le vendía cerveza a esos muchachos’”, explicó la mujer.
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Según algunos testigos, como Gélvez es conocido del barrio, uno de los asistentes trató de persuadirlo y lo retiró del escenario donde se dio la discusión, para bajar los ánimos, pero en medio del camino hacia la cancha que está frente al lugar, al parecer, él sacó un revólver calibre 38 e hizo dos disparos.
“En ese momento, el señor que lo acompañaba intentó quitarle el arma al pensionado, para que no siguiera disparando, porque había gente y en ese momento le disparó en el pecho”, explicó un testigo.
Según la versión de los asistentes, Wilmer Rodríguez cayó gravemente herido al piso ensangrentado. En ese momento uno de sus familiares reaccionó y se abalanzó contra el agresor para golpearlo.
Mientras tanto, familiares y amigos del albañil lo trasladaron al Policlínico de Atalaya siendo remitido al Hospital Universitario Erasmo Meoz, pero finalmente murió.
Cuando las patrullas de la Policía Metropolitana de Cúcuta arribaron al lugar detuvieron a Gélvez Pérez y se incautaron del revólver, que tiene permiso para el porte, por lo que fue trasladado a la Fiscalía.
Ayer, los familiares de la víctima estaban instaurando la denuncia en su contra por homicidio. Al cierre de esta edición avanzaba el proceso judicial contra el expolicía.
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Problemas
Los vecinos aseguraron que Gélvez ya había protagonizado otro hecho violento el año pasado, cuando se molestó con unos niños que estaban alrededor de su vivienda y sacó su arma para intimidarlos.
“Mi hijo al ver que estaban amenazando al hermano se agarró a pelear con ese señor y se armó un problema grande con toda la familia, porque intentaron meterse a mi casa”, explicó la vecina.
Asimismo, otros habitantes coincidieron en que el exuniformado ha insistido constantemente en retirar a los consumidores de drogas de la cancha que rodea su vivienda.
Habla la familia
La esposa del presunto agresor aseguró que, cuando escuchó las detonaciones salió del baño para percatarse de lo que había ocurrido y vio a su esposo golpeado en la puerta de su casa.
“A él lo arrastraron desde allá y lo golpearon y acá le pegaban mucho. Yo lo entré y lo único que decía era que mientras le pegaban, él sacó el arma y cuando se la intentaron quitar disparó”, dijo.
Sin embargo, las autoridades tendrán que establecer cómo sucedieron los hechos, para continuar con el proceso judicial.
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