Mientras viven bajo la constante incertidumbre del conflicto armado, el hallazgo de cadáveres se ha vuelto una regularidad para los habitantes del municipio de Tibú. En el barrio Camilo Torres, de la zona urbana, a la distancia sobre una planicie de tierra, frecuentemente transitada por vehículos pesados, los residentes vieron algo sobre el suelo: se trataba de un cuerpo, un nuevo asesinato.
Además: Lo habría matado su hermano a machete en pelea por un terreno en Ocaña
Era un hombre, vestido con una camiseta gris, y unos pantalones de una tonalidad más clara, que no portaba zapatos. Era prominente la sangre que emanaba de su cabeza, la que ya empezaba a recorrer el suelo, y llenar las marcas que habían dejado los neumáticos. El líquido vital provenía de sus oídos y diferentes impactos de arma de fuego.
Fue sobre la tarde del pasado lunes 21 de abril cuando la comunidad dio con el macabro hallazgo, de inmediato empezaron a congregarse a su alrededor y a cubrir el cuerpo con diferentes telas.
Según se conoció, se trataría de un habitante del mismo barrio, y sería conocido popularmente como el Pollo. Sin embargo, no le encontraron ninguna identificación. Al cierre de esta edición, ningún grupo al margen de la ley se había atribuido el hecho y no se conocen los motivos detrás de este nuevo asesinato que sacude a Tibú.
De forma similar, en la vereda Socuavo, del mismo municipio, ese mismo día se encontró otra persona asesinada, también por arma de fuego, quien habría recibido cuatro impactos, del mismo modo. La víctima no ha sido identificada.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion .