Las alarmas están disparadas en Cúcuta por la cantidad de asesinatos ocurridos los últimos días, el más reciente en un estanco del barrio Motilones, donde fue acribillado por la espalda su propietario Jefersson Ferney Pérez Pérez, al parecer, por una mujer joven.
Lo que más llama la atención, además de la inseguridad imperante, es que en al menos tres casos quienes disparan son mujeres, con un accionar similar, al llegar como parrilleras en moto, atacar a sangre fría a sus víctimas y escapar con el mayor desparpajo, sin que hasta el momento se conozcan móviles de esas acciones violentas.
Jefersson Ferney, quien el 26 de noviembre cumpliría los 30 años, fue asesinado cuando acababa de abrir su negocio, con el que aspiraba salir adelante después de regresar de los Estados Unidos donde estuvo por espacio de año y medio.
El caso se registró hacia las 6:30 de tarde del sábado 14 de octubre, en la calle 3 con avenida 3 del barrio Motilones, ciudadela Juan Atalaya, en el occidente de Cúcuta, cuando no habían transcurrido cinco horas de un primer homicidio ocurrido ese día en la calle 8 entre avenidas 2 y 3 del barrio Latino, a menos de 50 metros del CAI del parque Nacional, en el corazón comercial de Cúcuta, víctima que fue identificada como Daniel Navas, a quien conocían como El Tío, y trabajaba en la comercialización de motocicletas.
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Los familiares de Jefersson Ferney se mostraron muy afectados por lo sucedido, manifestando que nunca conocieron de amenazas en su contra, calificándolo como una persona trabajadora, muy calmada, que le huía a los problemas. En medio del dolor y desesperación reclamaron que se haga justicia, se investigue a fondo y se encuentre a los responsables de este nuevo hecho de sangre que vuelve a conmocionar a la sociedad cucuteña.
“Él estaba viajando y apenas hace mes y medio llegó de Estados Unidos a donde fue a trabajar con esmero y ahorrar para tener su propio negocio y ganarse la vida más suave, pero no lo arrebataron”, dijeron sus seres queridos que ayer en la mañana hacían las diligencias de rigor en el búnker de la Fiscalía para poder retirar el cadáver de Medicina Legal.
El estanco no tenía más de un mes de haberlo montado, porque una vez llegó de Estados Unidos se dio a la tarea de buscar un local en arriendo para abrir su negocio, que estaba atendiendo personalmente, con el propósito de emplear a una de sus hermanas para la temporada de fin de año, según se conoció.
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Aunque los familiares manifestaron no tener información precisa sobre lo acontecido, escucharon de testigos que cuando Jefersson Ferney acababa de abrir el estanco, habría llegado una pareja en moto, de donde se bajó una mujer joven y habló con él por breves segundos, pero cuando volteó hacia el tanque refrigerador ella sacó un arma y le disparó por la espalda, matándolo en el acto.
Reiteraron el llamado a las autoridades para que capturen a quienes mataron a su ser querido, que sean revisadas las cámaras de seguridad del sector donde seguramente quedó registrada la pareja de homicidas.
“No fue en una pelea porque Jefersson no era problemático, no le robaron nada entonces no entendemos por qué lo mataron. Él no se metía con ninguno y siempre estaba dispuesto a hacer un favor a quien lo necesitara porque ser un muchacho de buen corazón”, puntualizaron.
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