Cinco días han pasado desde que se presentó el asesinato de una pareja en el barrio Lomitas de Villa del Rosario y la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) no ha entregado ni un solo resultado operacional sobre ese caso.

Aunque para el día del doble crimen las autoridades habían identificado al hombre como José Nicasio Becerra Ramírez, conocido como alias El Perro o Cheo, de la mujer era muy poco lo que se sabía, lo único que indicaron era que se trataría de La Gata.

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Sin embargo, este medio de comunicación conoció que se trataba de Glenda Fabiola Sosa Terán, de 35 años.

Pero, contrario a lo que aseguraron las autoridades, los familiares de la víctima dijeron que a su ser querido la conocían como La Wicha.

¿Quién era la mujer?

Para los allegados a la víctima fue molesto ver que en las diferentes plataformas digitales se difundió información que -según ellos- era completamente falsa.

“Esa gente no sabe de la vida de nadie, todo lo que pusieron es mentira. Ni a ella le decían La Gata, ni estaba involucrada en microtráfico y mucho menos era pareja del otro señor”, comentó una familiar de la víctima.

Glenda Fabiola habría llegado al barrio Toledo Plata, de Cúcuta, desde hacía muchos años y allí sería reconocida por la comunidad como una señora muy colaboradora, buena persona, sin problemas y respetuosa.

Era madre de cuatro hijos y aunque por mucho tiempo se dedicó al negocio de la zapatería, actualmente estaba dedicada a ser ama de casa.

Según los seres queridos de la víctima, Sosa Terán no era compañera sentimental de José Nicasio, solo eran cercanos.

Presuntamente el hombre llegaba hasta la vivienda de La Wicha para pedirle que lo acompañara a hacer unas ‘vueltas’, sin darle más detalles, a lo que la mujer no se negaba.

Incluso, el día que se encontraron con la muerte, era la tercera vez que salía a acompañar a Cheo a alguna de sus diligencias, sin saber a lo que se estaría dedicando.

A pesar que sus familiares siempre sospecharon que el hombre no se dedicaba a nada legal y que tenía sus ‘andanzas’, no le prestaron mucha atención a la situación. Supuestamente, a él (Cheo) lo estarían persiguiendo desde hacía unos días para asesinarlo.

“Justo el martes que salió con ese hombre otra vez, ella borró todo lo que tenía en el teléfono y tenía la costumbre de dejarlo en la casa”, añadió la familiar.

Para ellos, Glenda Fabiola se convirtió en una víctima más de la criminalidad pero, no porque estuviera inmersa en ella, como se ha asegurado en las plataformas, sino por hacer un favor a una persona allegada.

Cheo tenía antecedentes

Por su parte, José Nicasio sí contaba con una serie de antecedentes, todos relacionados con el tráfico de estupefacientes.

Y es que a El Perro o Cheo, las autoridades lo tenían plenamente identificado porque había pasado varios años tras las rejas, no solo una vez sino en dos oportunidades.

Según la información, él fue detenido en marzo de 2015, junto con otras diez personas más, cuando fueron sorprendidos vendiendo droga en el parque Lineal y en el barrio Carora, ambos de Cúcuta. Esa banda delincuencial era conocida como Los Motilones.

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Luego, en julio de 2019, volvió a caer tras las rejas. En esa oportunidad era señalado de traficar con marihuana y cocaína, además de ganar 10 millones de pesos semanales por la venta de los estupefacientes.

Según las autoridades, Cheo sería el presunto cabecilla de la desarticulada banda delincuencial Los de Betún.

El crimen de la pareja

Eran las 11:40 de la mañana del pasado 4 de marzo cuando en la calle 8 entre carreras 5 y 6 del barrio Lomitas, fueron asesinados José Nicasio y Glenda Fabiola se movilizaban en una motocicleta Owen, de placa AC6281R.

En ese momento, otros dos motorizados se les acercaron y empezaron a dispararles en repetidas oportunidades.

Una vez sonaron los disparos se avisó a las autoridades por medio de WhatsApp, sonó una alarma comunitaria que puso en alerta a todos los vecinos, y algunos uniformados se encontraban patrullando a pocas cuadras de donde sucedió el hecho de sangre.

Las autoridades arribaron al lugar para adelantar las pesquisas y solicitar algunas cámaras de seguridad.

Sin embargo, al llegar encontraron que la mujer todavía contaba con leves signos vitales, por lo que de inmediato la trasladaron al Hospital Jorge Cristo Sahium.

El hombre, por su parte, murió en el lugar a los pocos segundos del ataque, pues Recibió tres disparos en su cabeza, abdomen y mano derecha.

Los galenos, una vez llegó La Wicha al hospital, hicieron todo lo posible para salvarle la vida, sin embargo, los dos disparos que recibió en su cabeza y espalda fueron letales, y a la media hora falleció.

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