Los sueños que tenía Gregorio Moisés Guerra Arévalo de seguir con su carrera militar fueron destruidos por los tres balazos que recibió de hombres desconocidos, la noche del domingo, cuando estaba en un asadero de pollo, en Puerto Santander.

“Él prestaba el servicio militar en Pamplona, desde niño se le notaron las ganas de pertenecer al Ejército, por eso cuando cumplió la mayoría de edad se presentó y comenzó con su carrera como soldado”, contó con la voz entrecortada un familiar de la víctima.

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Según el familiar, Gregorio  estaba adscrito al Batallón de Infantería número 13 y hace un mes salió de permiso, por lo que viajó hasta Puerto Santander, de donde era oriundo, para reunirse con sus seres queridos.

Sin embargo, contrario a la versión que entregó el familiar, el general Ricardo Roque, comandante del Comando Específico de Norte de Santander, aseguró que Guerra Arévalo perteneció al cuarto contingente de 2022, orgánico del Batallón de Ingenieros de Construcciones N° 50, quien salió de permiso después del juramento de bandera, el 14 de febrero de este año y no regresó en la fecha indicada, por lo tanto se inició un proceso por deserción y desde el 24 de abril fue retirado de la institución.

El crimen

La víctima, de 20 años, salió de su casa hacia las 9:00 de la noche y solo le dijo a su hermana que iba a cobrar $10.000 y luego iría hasta un asadero de pollo, que queda en el barrio El Carmen, para comprar su comida.

Una hora después, Gregorio Guerra llegó al establecimiento ubicado en la avenida 4 con calle 8, y le pidió a uno de los empleados que le diera un cuarto de pollo asado para llevar.

Mientras el soldado esperaba su pedido, dos desconocidos que iban en una motocicleta, ingresaron al negocio y le dispararon en tres oportunidades en el pecho y luego huyeron ante la mirada inerte de los clientes y empleados del lugar.

“Como él le dijo a la hermana que no se demoraba, con el paso del tiempo nos alertamos, luego recibimos la llamada en la que nos dieron la trágica noticia, por lo que nos dirigimos hasta el asadero y lo vimos tirado en el piso al lado de un charco de sangre”, recordó un familiar.

Debido a la alteración del orden público en Puerto Santander, las autoridades no se desplazaron hasta el lugar de los hechos, por lo que los empleados de la funeraria Nuestra Señora de los Andes trasladaron el cadáver hasta las instalaciones de la Sijín, en Cúcuta, donde se adelantó la inspección técnica.

En el sitio, según se conoció, encontraron cuatro vainillas de calibre 9 milímetros, que serán analizadas por balística.

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Hasta el cierre de esta edición se desconocían los móviles y los autores del crimen, por lo que se espera que avancen las investigaciones para determinar las causas del hecho violento.

Un mototaxista

El 16 de mayo, Hugo Luis López Andrade, un mototaxista y miembro de una iglesia cristiana fue atacado a balazos, hacia las 11:00 de la mañana, cuando estaba en la entrada del barrio 16 de Julio, también de Puerto Santander.

Según se conoció, desconocidos se acercaron hasta donde estaba López y le dispararon en varias oportunidades, causándole la muerte. El cadáver quedó tendido boca abajo por lo que algunos habitantes del lugar alertaron a los uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) sobre lo que acababa de ocurrir.

En febrero, en el sector conocido como Caño Miel fue asesinado Adrián Joya. A la víctima la encontraron en una zona boscosa con varios impactos de bala.

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