Los homicidas que acabaron con la vida de Bayron Erney Rodríguez Sierra, la noche del viernes, lo hicieron con sevicia. Los pistoleros accionaron sus armas en al menos catorce oportunidades, hasta ver caer a su objetivo en un puente que rodea un canal de aguas lluvias, en el barrio Santo Domingo.
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La cabeza de Rodríguez fue el blanco de los agresores, por lo que no tuvo opción de escapar ni de sobrevivir al brutal ataque.
A las 8:40 de la noche, los vecinos de este sector, conocido como Los Paperos, alertaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta de lo que acababa de ocurrir en este lugar que colinda con la curva Pelelojo, del barrio Cuberos Niño.
Sin embargo, las autoridades no tuvieron mayores detalles de los responsables, pues en este lugar los habitantes prefieren guardar silencio.
“No sabemos nada, solo podemos decir que a ese muchacho, que no conocíamos, lo mataron”, dijeron algunos residentes, dejando entrever temor para referirse al crimen.
La Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargó de la inspección y del levantamiento del cadáver que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal.
Las autoridades conocieron que la víctima no tenía esposa ni hijos y que su familia no sabía qué sectores frecuentaba o si tenía algún problema que pudiera desencadenar en el homicidio.
El rastro de la cárcel
Los investigadores que asumieron las pesquisas también conocieron que Bayron Rodríguez salió en agosto de la cárcel de Cúcuta, donde respondió por el delito de hurto.
Precisamente, la Policía había detenido a la víctima en agosto de 2018, cuando le halló un revólver y munición, en una cancha ubicada en la calle 26 entre avenidas 12 y 13, del barrio Alfonso López.
Extraoficialmente se conoció que Rodríguez tenía antecedentes por hurto y lesiones personales de 2019 y también por porte ilegal de armas en 2016.
Las autoridades presumen que el crimen fue producto de un posible ajuste de cuentas, por lo que adelantan las indagaciones para establecer los móviles del hecho.
“Estamos indagando qué ocasionó este hecho, por lo que no se puede descartar nada. Se cree que hubo un ajuste de cuentas, por el prontuario de esta persona (la víctima), pero hay que continuar con las investigaciones”, dijo una fuente judicial.
La escena del crimen ha sido históricamente afectada por el microtráfico y la violencia. Han ocurrido asesinatos en medio de disputas por la venta de drogas. Asimismo, los barrios Santo Domingo, Cuberos Niño y Alfonso López, que colindan en este sector, han sido los fortines de los líderes de las bandas dedicadas a este negocio ilegal.
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