El pasado dos de noviembre, Edinson Fabián Suárez Cuadros disfrutaba de una tarde tranquila frente a su casa, sin tener la más mínima idea de que tendría la inesperada visita de agentes de la Policía, que irrumpieron en su vivienda para capturarlo, minutos después de los presuntos abusos a un menor de 9 años.
Si quieres tener acceso ilimitado a toda la información de La Opinión, apóyanos haciendo clic aquí: http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion
El hombre de 27 años y mecánico de profesión se aprovechó de la confianza con la familia del menor, para presuntamente cometer sus actos y mantener todo en secreto.
“Era un vecino que con artimañas se había ganado la amistad de los padres. Pues, durante 10 años logró mantener una cercanía entrañable, que lo hacía uno más de la familia. Cuando el menor nació, todos se alegraron de la buena noticia, sin pensar de que su mayor agresor se encontraba celebrando con ellos”, señaló uno de los investigadores del caso.
Según se conoció, años después, vio un atractivo sexual en el menor y sin pensarlo dos veces emprendió las conductas delictivas hacia el infante, hasta que él no soportó más esta situación y le contó a su mamá.
“Aprovechaba los 10 años de amistad, en los que ya tenía la libertad de ingresar a la vivienda con tranquilidad, charlar con todos y nadie iba a sospechar” explicó una fuente judicial.