Cuando la Policía pensaba que iba a completar los cuatro días sin ningún asesinato en Cúcuta y el área metropolitana, la noticia sobre la muerte de ‘Joelito’ en Villa del Rosario, les cayó como un ‘baldado de agua fría’.
A pesar de los esfuerzos por contrarrestar este delito, que hoy van perdiendo en materia de cifras, en comparación con el mismo periodo del año pasado, tal parece que no ha sido suficiente, pues los sicarios siguen haciendo de las suyas.
Los lamentos
Por varios minutos el silencio primó en la escena del crimen. El lugar estaba acordonado y en una calle empedrada yacía el cuerpo de Joel Leopoldo Chacua Mojica, de 24 años.
Junto a él, estaba una de sus hermanas, arrodillada, preguntándose una y otra vez “Papito, ¿por qué a usted si no se metía con nadie?”, mientras la observaban una veintena de curiosos.
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Al otro lado de la escena estaban los demás familiares, destrozados por la noticia y sin entender lo que había sucedido.
La mamá de la víctima también protagonizó un momento desgarrador. La mujer no paraba de gritar, mientras quitaba la sábana del rostro de su hijo y le daba un último abrazo.
¿Cómo sucedió?
El jueves, a las 9:00 de la noche, cuando Joel Leopoldo se encontraba en su vivienda ubicada en la calle 7N con carrera 16, del barrio Antonio Nariño, habrían llegado dos personas armadas preguntando por el hijo de la señora Mery.
“Él estaba sentado, descansando, porque en el día salió a andar bicicleta con su patrón y otras personas. Lo invitaron a ver el partido, pero prefirió venir para la casa a descansar un poco. Cuando los tipos llegaron preguntando, él les respondió que no y alcanzó a correr”, comentó un familiar de la víctima.
Sin embargo, aunque intentó refugiarse para que no le hicieran daño, los pistoleros lo persiguieron y le dispararon, dejándolo tendido en el piso, agonizante. Tras cometer el hecho, huyeron.
“Eran cuatro personas en total, una de esas era una mujer. Ellos llegaron en moto. Dos se quedaron abajo como echando ojo, mientras los otros dos subieron hasta la casa a matar al pelado”, relató un residente del sector.
La hermana de la víctima, que vio todo lo que pasó, no dudó ni un segundo en correr a auxiliar a su ser querido.
La mujer sacó fuerzas para cargar el cuerpo por varios metros, porque la vivienda es de difícil acceso, pero no aguantó y cayeron los dos. Joel ya estaba sin vida.
La comunidad alertó a la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) que arribó al sitio a acordonar la escena para que la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) realizara la inspección técnica y levantamiento del cadáver.
El karma de ‘Chuky’
Sobre la víctima lo único malo que la gente tiene por decir es que es el hermano de Luis Fernando Chacua Mojica, alias ‘Chuky’, un sicario que por mucho tiempo atemorizó a Villa del Rosario y hoy está recluido en la cárcel, pagando una condena por homicidio y porte ilegal de armas.
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Según sus familiares, esa es la ‘cruz’ que ha tenido que cargar la familia durante mucho tiempo, incluso, han sido atacados en varias oportunidades por el simple hecho de tener un pariente criminal.
Joel Leopoldo tenía 24 años y se crió en el barrio Antonio Nariño. Desde los 15 años se fue a vivir a Cali junto con uno de sus siete hermanos. Él era el menor de los hombres de esa familia.
En la capital del Valle laboró en un negocio familiar y hace tres años decidió retornar a Villa del Rosario, a vivir con su mamá.
En un principio se dedicó a la construcción, pero luego consiguió trabajo como jardinero. Sus tiempos libres los ocupaba andando bicicleta y compartiendo con su pequeño hijo de tan solo un añito.
“Era un muchacho que no tenía vicios ni se metía con nadie. Estoy seguro que nadie puede decir algo malo sobre él. Apenas estaba empezando a vivir y nos lo arrebataron. Amaba a su hijo como no se imagina”, entre lágrimas, comentó un familiar.
Las hipótesis
‘Chuky’ es un temido sicario que hizo parte del Clan del Golfo, hoy conocido como Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc). Fue capturado en 2017, tras cometer un crimen por la avenida Libertadores.
Al parecer, el jueves, antes de que asesinaran a su hermano en el barrio Antonio Nariño, el criminal habría tenido una riña al interior de la cárcel. A las pocas horas se dio a conocer la noticia. Ésta se convirtió en la hipótesis que más peso tiene para las autoridades, sin embargo, hay otra que aún no han descartado.
Se pudo conocer que la víctima tendría antecedentes por violencia intrafamiliar y acceso carnal abusivo. Tal parece que esto ha sido derivado de las constantes peleas que mantenía con su excompañera sentimental.
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Según algunos de sus seres queridos, las peleas entre la expareja se habrían convertido en el ‘pan de cada día’.
La captura de ‘Chuky’
Del asiento trasero del taxi, de placa TJP-299, en el que iba como pasajero no pudo volver a moverse el venezolano Yeison Javier Arenas Castellanos, de 18 años, luego de que un hombre lo aplomó a balazos, usando un revólver calibre 38 largo.
Este homicidio, ocurrido en la avenida Los Libertadores, frente al conjunto residencial Prados 2, quedó registrado por una cámara de seguridad. En el video se ve cómo en cuestión de segundos, dos sujetos en moto cometen su fechoría y huyen. El hecho sucedió a las 11:00 de la mañana del 27 de enero de 2017.
Una vez ocurrió el suceso, las autoridades son alertadas por la red de apoyo de la Policía, que entrega la descripción de los asesinos, lo que permitió la captura de Luis Fernando Chacua, de 19 años, alias ‘Chuky’; además de la incautación de un arma de fuego calibre 38 milímetros largo, con cuatro cartuchos percutidos y dos sin percutir.
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