En los rostros de algunos habitantes de la urbanización Heliópolis se volvieron a dibujar sonrisas y esperanzas. El rastro de la muerte es un capítulo oscuro que quieren dejar en el pasado.
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El constante viento y el silencio que rodea las pocas cuadras de esta urbanización, conformada por 60 familias, hacen armoniosa y amañadora cada mañana.
“Aquí vivimos muy rico. Estamos alejados del escándalo y la bulla del centro, todos los vecinos nos conocemos y tratamos de salir adelante a pesar de las situaciones ajenas que se presentaron con esas muertes”, aseguró una habitante, mientras refleja el orgullo por vivir en ese sector.
Los vecinos insistieron en que los cuatro homicidios que se registraron en el lapso de un mes, este año, dejaron una imagen desfavorable para este lugar, pero que no representa la realidad de lo que ellos viven a diario.
“Eso fue una situación ajena. No entiendo por qué los que hicieron eso, tenían que escoger nuestra urbanización para eso. Nos afectó la imagen, pero Heliópolis es un lugar tranquilo, donde se puede vivir muy bien”, dijo un habitante de este sector ubicado en el Anillo Vial Oriental, alrededor de Boconó.
El rastro de sangre se cambió por construcción, por proyectos e ideas que ayuden a mejorar las condiciones de vida de las familias.
Pararse a mirar el borde del río para los habitantes de esta urbanización no representa crimen ni violencia. Por el contrario, siempre observan a los trabajadores que a diario están sacando arena.
Sin embargo, una de las peticiones que le hicieron al alcalde de Cúcuta Jairo Yáñez es que se instale el encerramiento de la urbanización con el sector que colinda con el río.
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“Es mejor evitar, aunque después de esas muertes por acá no ha vuelto a pasar nada raro. Las únicas personas que pasan por ahí son los trabajadores del río”, explicó otro habitante.