“La verdad el estruendo de la explosión fue una de las cosas más fuertes que he escuchado en mi vida. Fue terrible. Todos estuvimos varios segundos aturdidos sin saber qué hacer, cuando empezamos a escuchar gritos de las personas heridas”, aseguró una testigo, sobre la noche del pasado martes en que un grupo de delincuentes intentó secuestrar a un comerciante y en la huida lanzaron 2 granadas, una de estas cayó frente a una caseta de comidas.
La mujer relató que, la explosión fue tan fuerte que atravesó las latas de la caseta y una nevera que también sirvió como escudo a las cuatro personas que no alcanzaron a huir y se refugiaron allí dentro.
“Luego de la explosión, con varias personas que estaban conmigo, corrimos a la caseta para conocer cuál era el estado de salud de las víctimas, y no fue un panorama muy alentador, especialmente para una de las empleadas de ese puesto, porque una de las esquirlas le cayó en el ojo”, aseguró.
En una rápida acción de la comunidad, la empleada fue trasladada en un taxi a un centro asistencial donde lograron retirarle la esquirla. Sin embargo, de acuerdo a información conocida por este medio, esta logró afectarle la córnea y, al cierre de esta edición, se encontraba en tratamiento con especialistas.
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El niño, la madre y otro hombre que estaba comiendo cuando el hecho se presentó, sufrieron algunas heridas, pero por fortuna ninguna comprometió gravemente su estado de salud.
“El señor fue el que recibió la mayoría de las esquirlas, fueron en su espalda. El niño solo recibió unas heridas en el brazo, gracias a que su madre, antes de que estallara la granada, lo protegió con su cuerpo, ella también recibió varias heridas por la explosión, pero lo que escuché es que están fuera de peligro”, aseveró.
Por su parte, la dueña del negocio espera que desde alguna institución pública pueda tener algún tipo de ayuda, porque la explosión terminó comprometiendo gravemente su negocio que es la principal fuente de recursos para mantener a su familia.
“Tengo más de seis años acá y uno nunca espera que algo así suceda, la verdad fue terrible. Me alegro que no hayan resultado víctimas fatales o con afectaciones a su salud grave, ya a mi colaboradora la están tratando los especialistas y por fortuna fue trasladada rápidamente al centro de salud, pero ahora no sé qué hacer. Mis elementos de trabajo y la misma caseta quedaron destruidos”, comentó.