Moisés Delgado Guerrero y Yeudy Elena Segovia, conocida como Carolina, no alcanzaron a recorrer más de 50 metros tras salir de su casa hasta caer víctimas de la delincuencia en Cúcuta. Su último camino por la avenida 3 entre calles 5 y 6, fue interrumpido incluso antes de que saliera el sol, cuando dos hombres en moto llegaron para matarlos.
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“Eran una pareja de esas de toda la vida”, decían sus vecinos al recordar a ambos, apenas por debajo de los 60 años de edad, quienes vivían en el sitio desde hace aproximadamente dos años.
Cada mañana salían para buscar el sustento con un pequeño carrito cargado con termos de café, entre esas ruedas plásticas y sus piernas, recorrieron cientos de veces las calles de la ciudadela Juan Atalaya, ofreciendo su producto.
Eran varios puntos en donde solían verlos, siempre en la zona, algunas veces en los alrededores del Intercambiador de Atalaya, en la zona conocida como El Palustre. En otras ocasiones, junto a la cancha sintética, siempre con una actitud agradable y cordial, según contaron conocidos.
Por ese motivo, no comprenden la razón detrás del ataque. De igual forma, las autoridades tampoco tienen una versión establecida, pero hipótesis preliminares apuntan a que se podría tratar de temas relacionados con el no pago de extorsiones o préstamo de dinero.
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Este atentado ocurrió ayer, 7 de noviembre, sobre las cuatro de la mañana, hasta que los criminales pasaron por allí y les dispararon en repetidas oportunidades, causándoles la muerte en el acto, y posteriormente dándose a la fuga.
Las autoridades fueron alertadas pocos minutos después por los vecinos, quienes salieron extrañados a ver cómo la muerte había alcanzado a una pareja, que parecía no deberle nada a nadie. “No hay queja alguna sobre ellos, fueron siempre muy amables con todos, ningún problema les recuerdo”, comentó un residente de la zona.
¿Los están extorsionando?
Aunque no ha sido confirmado oficialmente, en diferentes puntos de la ciudad, el temor infundido por las bandas criminales ya no perdona a comerciantes y emprendedores, sin importar su dimensión.
El hecho se suma al asesinato de Adolfo Carrascal González, colega de Moisés y Carolina, quien fue atacado a disparos en el barrio El Rosal el pasado 11 de octubre, en otro crimen sin explicación aparente, y en el que la versión preliminar también apuntó a una presunta represalia por el no pago de extorsiones.
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