Como un auténtico milagro califica Andrés Pinillos, padre del menor de 4 años que ingirió ácido nítrico en un colegio del municipio de Sabana de Torres, Santander, la exitosa recuperación de su hijo.
Este sábado 15 de marzo, luego de 24 días de angustia y lucha por su vida, el pequeño fue dado de alta del Hospital Internacional de Colombia, HIC.
“Gracias a Dios, después de tantos pronósticos desfavorables, cuando los médicos decían que había perdido las cuerdas vocales, que tendrían que hacerle una traqueotomía y que quedaría toda la vida con un botón para alimentarse, hoy salimos del hospital con el niño completamente recuperado. No hubo que hacer nada de eso”, relató Pinillos.
Andrés Pinillos asegura que incluso los médicos están sorprendidos ante la exitosa recuperación del menor, quien desde hace cinco días se alimenta por sus propios medios.
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“Lo llaman en el hospital ‘el niño milagro’ porque no se explican cómo se recuperó. En la primera endoscopia tenía quemaduras graves por el ácido, no le daban más de ocho días de vida. En una endoscopia posterior ya todo estaba en perfectas condiciones, no había obstrucciones ni daños en los órganos”, agregó el padre.
¿Cómo el menor ingirió el ácido nítrico en un colegio de Sabana de Torres?
Andrés Pinillos aún no tiene claridad sobre las circunstancias en las que su hijo terminó ingiriendo el ácido mientras se encontraba en su colegio en Sabana de Torres.
Lo cierto es que, en la mañana del 19 de febrero, cuando el padre viajaba de Sabana de Torres a Bucaramanga por motivos laborales, recibió una llamada que le cambiaría la vida.
“Iba viajando cuando me llamaron del colegio para decirme que había sufrido un accidente. Pensamos que era algo leve, una fractura de un brazo. Pero, media hora después, nos informaron que estaba en estado crítico y que ya iba en ambulancia hacia Bucaramanga. Cuando su mamá lo vio, no pudo subirse con él, solo lloraba desesperada. Al llegar al HIC, comenzamos a comprender la magnitud de lo que había sucedido”, expresó.
Piden investigación
El padre del menor espera que las autoridades investiguen el caso y que esta situación sirva como advertencia para que los colegios no dejen sustancias peligrosas al alcance de los niños.
“Primero dijeron que el ácido estaba en una botella que mi hijo cogió porque iban a hacer aseo. Luego dijeron que no sabían. Después, que una empleada lo había llevado. Nosotros no nos enfocamos en averiguar porque estábamos pendientes de la salud del niño. Ahora pedimos que se investigue y que esto sirva de pedagogía para evitar que algo así vuelva a ocurrir”, concluyó.
El menor y sus padres permanecerán una semana más en Bucaramanga para controles médicos antes de regresar a Sabana de Torres.
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