Un ajuste de cuentas por la venta de estupefacientes es para las autoridades una de las hipótesis que más toma fuerza sobre el asesinato de Wilmer Garzón Quintero, ocurrido el viernes en la noche, afuera de una discoteca de Natilán, un sector de discotecas y estancos de la primera etapa de Atalaya hasta donde cada fin de semana llegan personas a pasar un buen rato.
Lea: Noche sangrienta en Cúcuta y Villa del Rosario dejó dos muertos
Entre las pertenencias de la víctima hallaron seis dosis de droga, por lo que los investigadores recolectan evidencias para establecer qué hacía la víctima con esas sustancias.
“Ese hallazgo es importante, puede ser que a esta persona la hayan asesinado integrantes de alguna banda que controla ese sector”, indicó una fuente judicial.
El asesinato
A las 10:00 de la noche, del viernes, la rumba apenas comenzaba en Natilán. En la entrada de una discoteca de dos pisos, ubicada en la manzana G4, estaba Wilmer Garzón custodiando la entrada del establecimiento nocturno de dos pisos donde trabajaba desde hace unos dos años.
La jornada del hombre marchaba con normalidad, requisando personas y atento a cualquier movimiento sospechoso, hasta que llegó el asesino, quien se movilizaba en una motocicleta Suzuki GN, negra.
Según testigos, el violento se bajó del automotor, caminó hasta donde se encontraba la víctima y sin mediar palabras le comenzó a disparar, atinándole tres tiros en el pecho, la cara y el brazo derecho. Luego emprendió la huida a toda velocidad ante las miradas inertes de las personas.
Entérese: De un tiro asesinaron a mototaxista en Juan Frío
El hombre, de 25 años, fue trasladado rápidamente hasta el Policlínico de Atalaya por una patrulla que pasaba en esos momentos, pero murió debido a la gravedad de sus heridas.
Afuera de la discoteca se quedaron otros uniformados, quienes dieron la orden de apagar la música y que tanto clientes como trabajadores desocuparan el lugar, para acordonar la escena del crimen.
La Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) encontró en la zona varias cámaras de seguridad donde habrían quedado grabado el fatal momento.
“Los familiares dijeron que desconocían que el hombre tuviera amenazas, que era alguien tranquilo, por eso se recolectan evidencias para establecer qué desencadenó su muerte”, dijo la fuente.
Mostraron su dolor en redes sociales
El perfil de Facebook de la víctima se convirtió en un ‘muro de los lamentos’ donde varios amigos y familiares han comentado sus últimas publicaciones con mensajes cargados de tristeza, dolor y frustración.
“Excelente amistad, no hay palabras que triste tan joven. Fuerza para su familia y que Dios te reciba en su reino”, “Papi, te recordaré siempre como el mejor amigo y compañero de trabajo. Gracias por su amistad, mi perro, me duele mucho tu partida. Vuela alto”, fueron algunos mensajes.
Una amiga dijo que la última vez que hablaron por WhatsApp él le dijo que estaba feliz con su novia y trabajando, que tenía muchos planes con su pareja y esperaba cumplirlos. “La muerte no le dejó, era una buena persona”, dijo la mujer.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion.